El contenido a continuación contiene detalles fuertes que pueden resultar perturbadores para algunas personas. Por favor, ten esto en cuenta si decides proseguir.
TEXAS – En medio de la fase de sentencia contra la única persona vinculada con la muerte de la soldado hispana Vanessa Guillén, se revelaron detalles perturbadores sobre el incidente que ocurrió el pasado 22 de abril de 2020.
Cecily Aguilar es la única persona vinculada con la muerte de Guillén. Se encontraba en un tribunal federal en Waco, Texas, después de declararse culpable por su participación en el encubrimiento del asesinato de la soldado.
De acuerdo con autoridades, Aaron Robinson, un soldado con quien Aguilar tuvo una relación sentimental, habría asesinado a Guillén con un martillo en el cuarto de armas en la base militar de Fort Hood, ubicada en Killeen, Texas.
Mientras se llevaba a cabo la audiencia de sentencia, se presentó un video en el que Aguilar indica qué hicieron con el cadáver. Dos meses después de su desaparición en la base militar, el cuerpo fue hallado enterrado en la ladera de un río. El día del hallazgo, el soldado Robinson se privó de la vida.
De acuerdo con el audio, la mujer indicó que fue testigo del momento en que Robinson presuntamente sostuvo contacto sexual con el cadáver y después habría ayudado a quemar los restos.
En el documento de la acusación contra Aguilar, se desprende de la investigación que Robinson habría sido la última persona que vio con vida a la joven dentro de la base militar la noche del 22 de abril.
La investigación indica además que Aguilar ayudó a llevar el cadáver al río León, donde con su ayuda lo desmembraron y luego enterraron con una mezcla de cemento para evitar que fuera encontrado.
Según la investigación que se siguió en el caso de Guillén, la joven soldado fue acosada sexualmente, situación que nunca fue reportada a sus superiores en la cadena de comando.
La tragedia desató protestas en todo el país y le dio una voz a miles de soldados, quienes tomaron las redes sociales para reportar que también habían sido víctimas de crímenes durante su estancia en bases militares.
Aguilar se enfrenta a una sentencia máxima de 30 años de prisión y una multa de $1 millón.
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