Álex Reyes (Cáceres, 17-12-1993) sigue la estirpe familiar. Miguel Ángel, su padre, disputó 449 partidos en ACB y con el Baskonia ganó la Copa de Europa en 1996. A su hijo le ha llegado ahora su gran oportunidad a pesar de que hace una década, con 17 años, disputara un par de encuentros en la élite con el Valladolid. Siguió forjándose y el pasado verano dio el salto definitivo. Está entrando en la rotación de Mumbrú, reconoce que la victoria ante el Betis fue un bálsamo y que marchan por la senda correcta.
Imagino que el equipo se quitó un gran peso ganando al Betis.
Sí, nos quitamos un peso muy grande de encima contra un rival directo. Después de perder una oportunidad contra Murcia, ir a Sevilla después de no haber podido entrenar durante la semana y que el equipo jugase como jugó es una gran alegría.
Un mérito triple: por la victoria, por ser rival directo y por lo dura que fue la semana.
Desde luego. Si fuimos capaces de plantear el partido como lo hicimos después de no haber entrenado, cuando seamos capaces de aplicarnos con la misma intensidad y hayamos tenido la oportunidad de trabajar, tiene que ser un punto de inflexión.
Medio en broma, medio en serio, ¿ya le han dicho a Mumbrú que lo de entrenar está sobrevalorado?
Después del partido siempre cae la broma de, a partir de ahora, la semana libre hasta el día antes del partido (risas). Pero eso es una situación muy puntual y ya cortó de raíz Alex. Dijo que la bromita muy bien, pero el martes a entrenar.
No se planteó la opción de suspender y las palabras del ya extécnico del Betis quizás carecieron de sensibilidad. ¿Les molestó algo de la situación?
A nivel personal yo estoy agradecido de haber jugado. Es cierto que era una situación mala, pero siempre que podamos disputar los partidos y no tengamos que aplazar, para mí mejor. Las declaraciones no las vi.
Lo que fue una barbaridad fue el partido de Balvin.
Es un jugador en el que tenemos plena confianza, grande e inteligente. Hacer 41 de valoración en la ACB es una auténtica salvajada. Durante el partido se le vio con una chispa que ojalá sea capaz de mantener durante todos los partidos porque todo el mundo se lo vamos a agradecer.
En la idea de temporada que se hacía antes de comenzar, ¿está jugando más de lo que esperaba, menos…?
No venía con ninguna idea de jugar unos minutos u otros, venía con la idea de trabajar y este trabajo se está viendo plasmado en la confianza que Álex está depositando en mí. Estoy entrando en la rotación, siento que mis compañeros confían en mí, tengo oportunidades para tirar, para ayudar al equipo en ataque y en defensa. Es con lo que me quedo.
¿Resulta difícil aplicarse a las normas de Mumbrú?
A mí me resultó complicado por el hecho de que nunca antes había hecho un estilo de normas y de defensa como él quiere. Afortunadamente tengo la capacidad para adaptarme bien a este tipo de cosas, me llevó unos días y ahora considero que es algo que ya sale natural. Si todo esto se aplica en condiciones y los cinco jugadores que están en pista lo hacen adecuadamente, el otro equipo sufre.
Media plantilla era nueva, ¿está viendo una evolución como grupo?
Sí, por supuesto. Las primeras semanas de pretemporada, la mitad de la plantilla es nueva, muchos de nosotros no habíamos competido nunca en esta Liga y adaptarse a una nueva Liga y a unas nuevas normas grupales siempre lleva un tiempo. Pero desde el inicio de la pretemporada hasta el día de hoy hay un cambio abismal. Todos los jugadores ya están involucrados en esta dinámica y en esta manera de jugar y este no será el tope al que lleguemos.
A pesar de que las victorias no terminaban de llegar, la percepción es que la moral del vestuario se ha mantenido estable.
Ha sido algo importante tanto para el equipo como a nivel individual para los jugadores. Que todo el mundo empuje en la misma dirección, te puedes desanimar en un partido después de una derrota, pero se ve que al día siguiente todo el mundo está concentrado, contento, que va con ganas a entrenar. Es un punto de partida vital para cualquier equipo. Sabemos cuál es el camino: trabajar y trabajar. Van a venir derrotas y malos momentos, pero que no se nos olvide a ninguno que esta es la manera en la que tenemos que trabajar.
Lo que está claro es que para lograr la permanencia habrá que sufrir y apretar mucho.
Tendrá que sufrir y trabajar todo el mundo. Hay plantillas que no están diseñadas para estar en la parte de pelea de la Liga, pero se ha visto que como te despistes nadie te perdona. Aquí no hay una plantilla débil. Ojalá que nosotros no tengamos que estar en esa situación, la dinámica que traemos y la actitud del equipo me invita a pensar que no será así. Pero no voy a pronosticar nada porque esta Liga es totalmente imprevisible. Si dependemos de nuestro trabajo, nos irá bien.
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