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Ricky Rubio da su toque de magia ante Garuba y los Cavaliers se meten en playoffs

Ricky Rubio da su toque de magia ante Garuba y los Cavaliers se meten en playoffs

Un frío y gris día más de enero en Cleveland, cuando vinieron de visita los Warriors, dos aficionados del equipo de la Bahía, padre e hijo, cruzaban el último paso zebra antes de llegar al ‘templo’ de los Cavaliers, el Rocket Mortgage FieldHouse. Al verlos, de repente, el conductor del coche que se para dejarles pasar, asoma por la ventanilla hasta sacar medio cuerpo.

-!Os remontamos un 3-1 en 2016! !Un 3-1!-, grita a los transeúntes.

Hasta estos niveles llega el desenfreno y la pasión en Cleveland por sus Cavaliers.

Sentía entonces la ciudad, esa Cleveland todavía impregnada por la nostalgia de los tiempos de LeBron James con ese anillo de 2016 junto a Kyrie Irving -sin desdeñar las otras tres finales contra los Warriors pese a que perdidas-, que su momento estaba cerca. Un lustro después, por fin ha llegado. El de los Cavaliers, el de Ricky Rubio.

El equipo de Ricky -2 puntos, 2 asistencias, 1 robo y 1 rebote para él en 17 minutos-, batió a los Rockets de Usman Garuba (108-91) para que el conjunto de J.B. Bickerstaff asegure matemáticamente su presencia en playoffs. La última vez que se les vio en la hora de la verdad fue en el último episodio de aquel intenso serial Cavaliers – Warriors, las Finales perdidas de 2018, la de los Cavs de LeBron, pero también de José Manuel Calderón. La primera vez en la fase por el título sin ‘The King’ desde 1998.

Calderón, compañero una temporada de LeBron

Getty Images

El proceso ha sido largo, paciente, de entradas y salidas, jóvenes experimentos que no han cuajado como suele ser habitual en cualquier equipo en reconstrucción, entre ellos el ex azulgrana Dante Exum, maltratado por las lesiones. También ha sido de mucho dolor, ese desprendimiento en febrero de Kevin Love -el último superviviente de la corona de 2016-, esa maldita grave lesión de Ricky Rubio el año pasado para que todo se fuera al traste la temporada pasada.

Un Ricky que ha sido una de las más bonitas casualidades de la franquicia de Ohio, llegado a Cleveland en el verano de 2021 en medio de la nada, traspasado ‘a traición’ por los Suns con el fin de hacerse con Chris Paul cuando parecía que había encontrado en Phoenix su sitio. Pero, entre tanto montón de nombres a veces en los traspasos de la NBA, no era un hombre cualquiera el que pasaba por los Cavaliers, sino la bisagra, el equilibrio, el mentor y veterano que iba acabar de unir y dar sentido al joven grupo de los Jarrett Allen, Evan Mobley o Darius Garland.

El que iba a bendecir este último verano la llegada de la traca final, Donovan Mitchell, el alumno aventajado de Ricky, impartiendo enseñanzas de cómo dirigir a Garland y cultivando la mente de sus compañeros con sus sugerencias de ejercicios de meditación e introspección, los que practica él a diario y antes de los partidos.

Ahora es más que nunca también la hora del MVP del último Mundial. Todavía no ha llegado pero ya sabe el cuándo, ya sabe que sólo tiene poco más de dos semanas más -los playoffs empiezan el 15 de abril-, para llegar a un máximo del que ha ido dando cada vez más visos. No estuvo el ex de Joventut y Barça atinado esta vez en el tiro -0/4 en lanzamientos-, pero sí en la dirección con esas dos asistencias con su sello, con ese toque de magia sirviendo en mano a Evan Mobley un pase de canasta como el que sirve un exquisito plato de alta cocina.

Actuación muy completa de Usman Garuba en sólo 15 minutos

Jarrett Allen se impuso en los Cavs con 24 puntos y 14 rebotes seguido de Donovan Mitchell (22) y Evan Mobley (19), mientras en los Rockets, con Jalen Green como máximo anotador (30), Usman Garuba hizo un trabajo completo registrando 2 tantos -0/2 en tiros-, 5 rebotes, 3 asistencias y 1 robo en 15 minutos.

Cuartos ahora mismo los Cavaliers en el Este con 48-28 y posibilidades matemáticas de arrebatarle la tercera posición a los Sixers, Ricky va a vivir sus terceros playoffs tras los de 2018 y 2019 con los Jazz. Volverá a vivirlos junto a Mitchell, con las Semifinales de Conferencia de 2018 como mejor resultado, eliminado Utah precisamente contra los Rockets, liderados entonces por James Harden.

El momento de los Cavs, el de pasar a la siguiente fase por dejar lo de LeBron en un buen recuerdo y no en una nostalgia a la que acudir para consolarse, ha llegado. El de Ricky, el de empezar a cobrarse lo que la NBA le debe, también.




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