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Ricky Rubio: "Llegué a decidir que no iba a los Juegos"

Un año duro a nivel personal y un momento importante a nivel familiar llevaron a Ricky Rubio a decidir su no a los Juegos. Esa decisión le hizo pasar dos malas noches y su pareja le animó a estar en Tokio 2020. En una conversación con EFE revela sus expectativas de cara a la cita que le encumbró a nivel mundial, hace 13 años, cuando disputó la final de Pekín 2008 con apenas 17.

El base de la selección española (El Masnou, Barcelona, 1990), jugador más valioso (MVP) del último
Mundial de China 2019, regresa a la selección después de un año complicado en los Minnesota Timberwolves de la NBA. Por edad, es la bisagra entre los más veteranos que juegan sus últimos Juegos y los más jóvenes que aspiran a ser el recambio.

España, campeona del mundo en ejercicio, afronta los Juegos en el Grupo C, que sobre el papel es el más potente, con la subcampeona mundial Argentina y la campeona europea,
Eslovenia. Ricky recuerda que en el ‘grupo de la muerte’ de la Eurocopa de fútbol ninguno de sus miembros (Francia, Portugal y Alemania) pasó de octavos de final, y avisa sobre la estrella eslovena Luka Doncic: la selección española sabe defender en colectivo a grandes figuras.

“Somos muy inteligentes en esto”, recuerda.

¿Qué tal se ha sentido volviendo a la familia de la selección española? ¿Es un buen sitio donde estar después de una temporada dura?

Sí, de la selección siempre hay ganas, somos un grupo de amigos y nos lo pasamos bien, recordamos porqué jugamos a esto. Tiene un poco ese ambiente desde que empiezas a jugar con las selecciones inferiores: es con amigos, te conoces de hace años y ya sabes cuándo uno está enfadado o no, si tienes que hablarlo o no, y hay bromas que siempre sirven.

Usted admitió sus dudas de venir a Tokio, no sé si fue por el tema de pandemia, el cansancio de la temporada… ¿Qué le hizo decidirse: hablar con los compañeros, con Sergio Scariolo…?

Un poco de todo. Yo tenía claro que me lo iba a pensar mucho, incluso llegó un momento que decidí que no. Decidí que no sobre todo por mi familia, acabo de tener un bebé, fue un año muy duro también a nivel personal en juego, quería hacer un gran año el año que viene y coger buenas sensaciones este verano.

Pero mi mujer, que vale mucho, me empujó al decir que ya tendremos tiempo para estar con la familia, que ella sabe lo importante que es para mí. Incluso cuando decidí que no, pasé un par de malas noches y ella me lo vio. Me conoce más que yo mismo y me empujó un poco. Después sí, recibí llamadas de todos los compañeros, pero al final lo más importante para mí es la familia.

Esta selección es conocida como ‘La Familia’, pero esta familia ya tiene 22 años de diferencia entre Usman Garuba y Pau Gasol. ¿Qué tal se convive con gente con edades tan distintas?

Se lleva bien, porque es un gran grupo, pero sí que es verdad que ya no es una generación, son casi dos de diferencia, es algo que también se nota un poco en el estilo de juego, las nuevas generaciones juegan un baloncesto evolucionado en ese sentido, pero nos llevamos todos muy bien.

Hay mucho respeto, los jóvenes respetan mucho a los mayores, los mayores enseñan muy bien a los jóvenes y no hay egos que valgan porque unos ya han hecho toda su carrera y otros están empezando, así que aquí no hay que demostrar nada.

Vivir el último campeonato de Pau, los que pueden ser los últimos Juegos de Marc o Rudy… ¿da pena o aún más ganas de hacer unos grandes Juegos?

Un poco de todo. Es verdad que a medida que pasa el tiempo, mirando hacia atrás ves lo que hemos conseguido, lo bien que hemos pasado y es difícil repetir. Pero era difícil repetir un Mundial y lo ganamos sin ser la generación del 80, aunque había mucha huella en ese equipo. Un poco de nostalgia da, sin duda.

¿Qué recuerda de aquella final de Pekín 2008 contra Estados Unidos (107-118)? Usted tenía 17 años, menos que Garuba hoy.

Tenía 17, sí, fue un campeonato único donde me di a conocer a nivel mundial en ese sentido y me lo pasé muy bien en esas olimpiadas, con ídolos que estaban a mi lado, que me acogieron muy bien, me dejaron jugar mi juego y que les ayudara y aportara mi granito de arena. Gracias a un torneo como ese he tenido la carrera que he tenido.

Esa final es considerada una de las mejores finales olímpicas de baloncesto de la historia.

Yo me lo pasé muy bien jugando en esa final, lo he visto un par de veces después y hubo mucha emoción. Si que es verdad que esta selección de Estados Unidos tenía un talento increíble, y les plantamos cara.

Me acuerdo de un tiempo muerto en el que creemos que podemos ganarles. Después de jugar contra ellos en el grupo y perder de casi 30, vemos que hay opciones. Después sale el talento de Kobe (Bryant) que hace un 3+1, pero al final tenemos opciones y nos lo pasamos muy bien.

¿Con Eslovenia, Argentina y España, este es el grupo de la muerte?

Bueno, la Eurocopa también decían que había un grupo de la muerte y los tres no pasaron de octavos de final. Al ser a partido único, una vez pasa el grupo no hay rival que sea muy inferior a otro. Un mal día te puede ganar cualquiera. Sabemos que en el grupo no podemos fallar, y que es diferente a otros años e iremos con esta mentalidad, aunque somos conocidos por empezar un poco más flojos e ir de menos a más, pero aquí no hay margen.

Cuando se enfrenten a Eslovenia, ¿han pensado en cómo frenar a Luka Doncic?

Está a un nivel increíble, es el más dominante a nivel FIBA y casi del mundo NBA. Creo que no es cuestión de hacerlo con uno solo, sino todo el equipo, como equipo podemos hacer muchas cosas. Somos muy inteligentes en ese apartado, ya lo demostramos en el Mundial, hace dos años contra Serbia que tenía grandes nombres. Hay muchas cosas que se pueden hacer en baloncesto de cubrir el talento con esfuerzo y con trabajo.

¿Lograr la cuarta medalla olímpica consecutiva, sería un sueño, un broche a esta generación?

Sería una despedida para muchos jugadores de Juegos Olímpicos increíble, pero al final el nivel está muy alto y lo hemos dejado muy alto en los últimos años. Tenemos que ver cómo llegamos todos, cómo llegan el resto de selecciones también, y una vez empiece el torneo se podrá empezar a hablar un poco más definido.


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