Con una paliza tan alucinante como incontestable, los Memphis Grizzlies, sin el lesionado Ja Morant, pasaron este miércoles por encima de unos ridículos Golden State Warriors (134-95) para mantenerse con vida en esta semifinal del Oeste (2-3).
Sin Steve Kerr en el banquillo por segundo partido debido al coronavirus, los Warriors aún siguen por delante y podrán cerrar la serie el viernes de vuelta en San Francisco, pero en este quinto partido en Memphis dieron una imagen lamentable e impropia de uno de los grandes aspirantes al anillo.
Basta con mirar las estadísticas del encuentro para entender la magnitud del naufragio.
Los Grizzlies metieron 77 puntos en la primera mitad, ganaban de 27 puntos al descanso y en el tercer cuarto llegaron a dominar el marcador por una diferencia brutal de 55 puntos.
El récord de la mayor diferencia al final de un partido de playoff de la NBA es de 58 puntos y esta noche dio la impresión de que, si no se hubieran relajado cuando ya tenían amarrada la victoria, los Grizzlies podían haber batido esa marca sin problemas.
Las caras largas de los Warriors contrastaban con la euforia de unos Grizzlies espectaculares que, en los tres primeros cuartos (el último parcial ya no valía para nada con un marcador de 119-67), habían metido 17 de 34 en triples y habían logrado 29 puntos a partir de las 20 pérdidas de balón de sus rivales.
El segundo cuarto fue una fiesta para Memphis (39-22) pero el tercero ya fue la apoteosis (42-17).
Con todas las facetas del juego bajo su dominio, desde la lucha por el rebote hasta el control de la pintura pasando por la intensidad en defensa, los Grizzlies tuvieron a siete jugadores por encima de los 10 puntos.
Lee también
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Jaren Jackson Jr., Desmond Bane y Tyus Jones fueron los mejores con 21 puntos por cabeza sin que ninguno de los tres disputara más de 25 minutos.
Klay Thompson (19 puntos con 7 de 12 en tiros) fue el máximo anotador de los Warriors pero terminó su actuación con un rating +/- (estadística más/menos) de -45.
Stephen Curry se quedó en 14 puntos (4 de 10 en tiros), Draymond Green metió 5 puntos y perdió 5 balones y Jordan Poole perdió 4 balones y solo anotó 3 puntos (1 de 6 en tiros).
El mexicano-estadounidense Juan Toscano-Anderson saltó a la pista en el tercer cuarto, cuando el partido estaba ya resuelto, y sumó 5 puntos, 5 rebotes, 2 asistencias y un tapón en 16 minutos.
NOCHE IDEAL PARA MEMPHIS
El primer cuarto fue el único que tuvo historia.
Thompson mostró que estaba fino en el tiro y Curry encadenó dos triples, pero Jackson Jr. metió 10 puntos y fue el líder de unos Grizzlies muy atrevidos que cerraron el primer parcial con un 9-0 ante la tibia defensa de los Warriors (38-28).
Con una diferencia sideral en cuanto a intensidad, velocidad y rabia en cada jugada, los Grizzlies dibujaron un parcial de 14-0 poco antes del descanso ante unos Warriors en coma (77-50).
La humillación continuó en la reanudación para los Warriors y en menos de seis minutos encajaron otro parcial demoledor (23-6).
Con todo decidido, los de San Francisco mandaron a mediados del tercer cuarto a descansar a sus figuras y dejaron en el aire la inquietante duda de si este aplastante triunfo marcará el camino de la resurrección para los Grizzlies o si, por el contrario, servirá para despertar a la bestia de los Warriors.