Robin Williams ya mostraba síntomas de demencia en el rodaje de su última película

Aretha Franklin en una actuación en el Radio City Music Hall de Nueva York en 2001. En el vídeo, paseo por los objetos personales de Robin Williams que se subastarán.

Las subastas de objetos que han pertenecido a personajes famosos son cada vez más frecuentes. Algunas veces son los propios interesados los que deciden hacer limpieza y aprovechar su tirón como iconos en sus campos profesionales para hacer caja con posesiones o recuerdos que ya no les interesan. En otras son sus herederos quienes encuentran en esta vía una manera de obtener beneficios y optar a aumentar el precio de venta de objetos que los admiradores de sus propietarios originales llegan a considerar preciados, ya que además de su valor pecuniario cuenta, y mucho, el valor sentimental o de coleccionista.

Parte de los legados del actor Robin Williams y de la cantante Aretha Franklin serán los protagonistas de este otoño. El 4 de octubre se realizará la primera de las subastas. Se trata de 300 objetos que pertenecieron a Robin Williams quien además de actor estaba considerado como un coleccionista nato ya fuera de arte, de bicicletas, de recuerdos de Hollywood, de gafas o de relojes. Su segunda esposa, Marsha Williams, ha sido quien ha tomado la decisión de deshacerse de parte de las colecciones del intérprete que se suicidó en 2014, a los 63 años de edad.

La parte más valiosa de la subasta corresponde a las piezas de arte del que Williams era admirador y entendido. Conocido es el contencioso económico que el actor tuvo con Disney por su participación en la película Aladdin y que los estudios trataron de saldar con un Picasso que afirmaron estaba valorado en un millón de dólares. Entre las piezas que salen ahora a la venta y que según Sarah Hodgson, experta en subastas de famosos, subirán su caché debido a su procedencia, la más preciada es un Bansky cuyo precio de salida es de más de medio millón de euros. También tres caballos de bronce, obra de Deborah Butterfield, uno para cada hijo del actor, que salen por un cuarto de millón la pieza.

Robin Williams en una escena 'Hook', la película de Steven Spielberg. c
Robin Williams en una escena ‘Hook’, la película de Steven Spielberg. c Getty Images

Hace ya unos años los hijos del intérprete donaron parte de su colección de bicicletas para apoyar a la Fundación de Deportistas con Discapacidad. En esta ocasión, solo una parte de lo obtenido por la venta de estos 300 objetos irá a parar a esas organizaciones sin ánimo de lucro que Williams apoyaba, desde Human Right Watch, a la que lleva el nombre de su amigo Christopher Reeve o la que se bautizó con su propio nombre en Julliard, la escuela de artes en la que él mismo se había formado. Entre los objetos subastados también estarán unos 40 galardones concedidos al actor, entre ellos cuatro de los Globos de Oro que ha recibido a lo largo de su carrera, la daga que utilizó en Hook o el reloj de El club de los poetas muertos.

La otra subasta será el 10 de noviembre y en este caso será un evento menor en el que los coleccionistas de recuerdos podrán pujar por 30 trajes y sombreros de la cantante Aretha Franklin, que falleció el pasado 16 de agosto, lució en diferentes actos. Por ejemplo, el vestido rojo que vistió para aparecer en el Radio City Music Hall en 1991, la chaqueta de punto que se puso en 1999 para su encuentro con Bill Clinton o una chaqueta vaquera que recibieron todos los artistas que participaron en ese clásico de la música y el cine en el que se ha convertido Los blue brothers. Piezas que tendrán precios de salida fijados entre los 700 y los 3.500 euros, y que representan solo una pequeña parte de lo que será la herencia de la gran artista del soul cuando se termine de resolver su herencia.

Porciones de fama que podrán llegar a las manos de los fans que quieran conservar un pequeño fragmento de las vidas de sus ídolos.

 

 


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