Robles justifica la retirada de la fragata: “Es una misión de EE UU no prevista”



La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, ha justificado este martes en Bruselas la retirada de la fragata Méndez Núñez, que estaba previsto que acompañara al portaaviones estadounidense Abraham Lincoln, porque Estados Unidos ha cambiado la misión original. Según la ministra, España había acordado hace dos años con EE UU la presencia de la fragata en esta misión, como ejercicio práctico y para conmemorar los 500 años de la vuelta al mundo de Magallanes-Elcano.
“La misión a la que está destinado el Abraham Lincoln no estaba prevista en su momento. Respetamos esa decisión y cuando se vuelva a lo que estaba previsto con la Armada española continuaremos con normalidad”, ha explicado Robles. La fragata se volverá a sumar al grupo del portaaviones estadounidense en el Índico. “Había 28 puertos previstos en el despliegue” y este despliegue no entraba dentro de las previsiones. “Tengo cierta deformación jurídica y cuando veo que hay un desvío del acuerdo creo que es mejor suspenderlo provisionalmente”.  Robles ha insistido en que la decisión de retirar la fragata es técnica y militar, y no política y que España respeta las decisiones de Washington.

También el ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell, ha querido quitarle importancia a la decisión de España. “No hay que tomárselo a la tremenda”, ha ofrecido como único comentario en un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum, tras haber admitido que se trata “de una situación complicada”. Informa Lucía Abellán.
La integración de la Méndez Núñez en el grupo de combate (en el que no participa ningún otro buque no estadounidense) se planeó hace al menos un año para mejorar la interoperatividad y el adiestramiento conjunto. Estaba previsto que se prolongase seis meses, desde finales de abril hasta el 31 de octubre, cuando debe arribar al puerto de San Diego (California) tras haber cruzado el Mediterráneo, el mar Rojo, el océano Índico, el mar de China y el Pacífico. Además del Lincoln, con 85 aeronaves, el grupo está formado por un crucero lanzamisiles, tres destructores y un buque logístico, así como un submarino. La decisión supone que la Méndez Núñez seguirá en la zona, pero sin entrar en el Golfo, con el propósito de reengancharse al grupo de combate estadounidense una vez que este continúe su ruta, siempre que se mantenga el programa previsto. Desde California, la fragata debe regresar a España por el canal de Panamá, completando la vuelta al mundo.
La semana pasada, EE UU decidió enviar al golfo Pérsico el grupo de combate encabezado por el ‘Abraham Lincoln’ con una amenaza a Irán, con quien ha aumentado las tensiones en los últimos meses. Está previsto que alcance el estrecho de Ormuz, frente a la costa iraní. Por ese estrecho pasa una quinta parte del petróleo que se consume en todo el mundo.


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