Fridolina Rolfö jugó 67 minutos del primer partido de Suecia en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Pese al dolor que sufre en la rodilla y que arrastra desde hace meses (con el que jugó la final de Champions con el Barça, consiguiendo el título) la sueca pudo disputar el partido y marcar.
Las Banyana Banyana se adelantaron en el marcador gracias a un tanto de Hilda Magaia durante los primeros minutos de la segunda parte.
Pero la lateral izquierda del Barça que juega como extremo en la selección sueca marcó un gol importante y empezó la remontada. “Solo recuerdo que el balón vino del lado derecho, y anoté el gol”, comentó en zona mixta.
Rolfö espera llegar lejos este año, y sueña en poder llegar a la final, algo que ve completamente posible siempre que el equipo continúe trabajando unido y al máximo nivel.
“Estoy aligerada, fue un partido muy duro hoy, y con un tiempo difícil. El césped estaba muy mojado y el balón era difícil de controlar”. Unas palabras que ya escuchamos en el mismo estadio de Wellington dos días antes. La selección española, donde Rolfö conoce un gran grupo de jugadoras, jugó en las mismas condiciones meteorológicas de frío, viento y lluvia.
“He estado hablando con ellas, pero no sobre el tiempo, estamos acostumbradas y ya sabemos cómo es de otros partidos, pero hablamos sobre cómo les fue el partido y qué sensaciones tuvieron”.