Es tan bueno, que resulta complicado aseverar cuál es su principal virtud. Romário Baró es ya más una realidad que una promesa, pero no tiene más que 20 años y, por ende, un futuro esplendoroso por delante. Por ahora pertenece al Porto, pero está llamado a dar el salto a una de las grandes ligas más pronto que tarde. Sin ir más lejos, el propio Real Madrid ya se ha interesado por su situación.
Curiosamente, en el cuadro merengue está como entrenador uno de los futbolistas en los que Romário Baró se ha fijado desde siempre. “Veo vídeos de Zidane constantemente en YouTube. Me gusta, era increíble. Trato de hacer todo aquello que él solía hacer”, desveló recientemente. Aunque cabe puntualizar que no es un futbolista exactamente del perfil que tenía el bueno de Zinedine cuando bailaba sobre el verde.
Romário Baró es centrocampista. En ocasiones señalado como ‘box to box’ por su capacidad para abarcar gran parte del terreno de juego, pero en realidad no solo eso. Ha dado tiempo ya para ver desarrollar su fútbol tanto en la base de la jugada como actuando por detrás del punto. Incluso también caído en banda derecha aprovechando desde esa posición sus virtudes.
Dicho todo esto, se puede aseverar que se trata de un centrocampista polivalente y, dada su juventud, uno piensa que está todavía por definirse en cuanto a ser un especialista. Un hecho similar al proceso que en su día atravesó Fede Valverde, al que esperaban como un tipo de jugador muy diferente al que es en la actualidad.
Por su forma de correr, un poco de caballo desbocado, se puede caer en el error de pensar que se trata de un futbolista tosco y poco habilidoso. Pero nada más lejos de la realidad. De hecho, con el balón en los pies en repetidas ocasiones se permite incluso lujos como taconazos y diferentes acciones técnicas en ocasiones demasiado cara a la galería.
Su presentación ante el gran público tuvo lugar en la UEFA Youth League de la temporada 2018/19. Esa que conquistó con el Porto, superando en la final al Chelsea por 5-1 y logrando un total de 6 goles a lo largo del torneo.
Romário Baró es sin duda un futbolista a seguir, que prácticamente ha obligado a Sergio Conceiçao a contar con él pese a lo reticente que en ocasiones se muestra el técnico portugués a la hora de darle minutos a los más jóvenes. Pero los buenos de verdad, tiran la puerta abajo, como un Romário Baró que el Porto tiene atado hasta 2023. Su libertad cuesta 40 millones de euros, pero puede que pronto no se antojen demasiados.
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