Ronaldo Nazario, presidente y máximo accionista del Valladolid, vive días de euforia después de que su equipo certificara la permanencia tras ganar el domingo al Rayo.
El brasileño, en una entrevista concedida a Financial Times, ha revelado el miedo que pasó en la final del Mundial de Corea y Japón de 2002 por volver a tener un ataque de epilepsia como el que tuvo cuatro años antes, en la final del Campeonato del Mundo de Francia.
“En la final en Yokohama, el partido fue a las ocho de la noche, igual que en París. Después de la cena todos se fueron a dormir y yo solo pensaba: “No quiero dormir, joder”. Busqué gente con quien hablar y encontré a Dida, el portero suplente de Brasil. Le dije: “No, tú, por favor quédate conmigo”… No dormí nada ese día por el miedo a que me volviese a suceder… Dida se quedó conmigo todo el tiempo”, ha explicado Ronaldo en dicha entrevista.
También fue cuestionado el actual dirigente del Valladolid sobre las posibles causas que pudieron precipitar el episodio de la final de 1998 en el Mundial de Francia, que acabó perdiendo Brasil.
“A la gente le gusta las conspiraciones. Demasiada mierda”, afirma el brasileño. “No fue mi mejor partido aquel día, pero luché y corrí. Hay días en los que no te sientes bien y otros todo lo contrario”, se defiende. Y pone a Messi como ejemplo de cómo puede cambiar un gran jugador cuando está con su selección. “Es difícil de explicar. Mira a Messi con el Barcelona y con Argentina. Es un jugador completamente diferente. No es fácil jugar con tu selección en un gran torneo. Allí juegan los mejores del mundo y no es fácil ganar un Mundial. Especialmente cuando juegas contra Francia en París”.
En su nueva faceta como presidente del Valladolid, Ronaldo ha manifestado que tiene algunas ventajas respecto a sus homólogos en el cargo: “Tengo una cosa que el resto no tiene, que es que yo he jugado y sé lo que los jugadores piensan. Sé lo que quieren y lo que necesitan”.
Por último recuerda uno de los temas más polémicos que tuvo que padecer en la recta final de su carrera como futbolista, el exceso de peso. “Hay movilizaciones para muchas cosas. Si eres negro, si eres gay… No recuerdo que nadie me defendiera cuando me llamaban gordo. No me importa”, intentó relativizar el brasileño.
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