El extremo brasileño con pasaporte portugués Rony Lopes es de nuevo la patata caliente en el verano del Sevilla y en la planificación para la próxima temporada. Fichaje más caro de la historia del club, supuso una inversión de 25 millones de euros en la pretemporada de la campaña 19-20. Llegó procedente del Mónaco en una operación que, si bien el Sevilla explicó que eran independientes, estuvo muy conectada con el traspaso de Wissam Ben Yedder al equipo del Principado por 40 millones de euros.
Descartado por Lopetegui tras su primer año, el extremo ha ido deambulando de cesión en cesión sin mostrar sus cualidades ni por qué el Sevilla hizo la inversión que hizo en su momento.
El jugador que salió de la cantera del Sporting de Portugal y que militó también en el Manchester City siendo muy joven tiene una altísima ficha, lo que se convierte en el principal problema para encontrar acomodo. Pasó por el Niza en calidad de cedido y esta temporada también ofreció un año mediocre en el Olympiacos griego, con lo que está de vuelta en Sevilla a la espera de encontrar un nuevo destino.
Rony Lopes forma parte de los jugadores descartados tras sus cesiones, como el neerlandés de origen marroquí Oussama Idrissi, que vuelve tras una etapa en el Cádiz, el centrocampista Óscar Rodríguez (Getafe), el delantero neerlandés Luuk de Jong (Barcelona) y el joven defensa Juan Berrocal (Sporting).