Tenía la oportunidad de consagrarse como campeón con cuatro fechas de antelación. Venía de imponerse en cinco de las ocho pruebas disputadas este año, con 94 puntos de ventaja sobre su perseguidor, Ött Tänak. Lo tenía todo de cara para triunfar este fin de semana a sus 21 añitos en un curso para enmarcar en el que se convirtió en el líder del Mundial mas joven de la historia del WRC y el más precoz en ganar una prueba mundialista del WRC con 20 años y 290 días. Debía poner el broche de oro en asfalto del Rally de Ypres (Bélgica) y convertirse también en el campeón del mundo más joven de la historia, superando por 6 años el registro que aún perdura de mítico Colin McRae (27 años y 109 días). Empezaba brillando, a por todas, dejando claro que iba a por faena. Marcaba el mejor crono en el primer tramo. No obstante, le duró poco la ilusión, ya que en la segunda especial de este viernes pilló una cuneta que le catapultó por los aires. Tras varias vueltas de campana, piloto y copiloto, que se encuentran bien, abandonaban y dejaban a Neuville, Tänak y Evans luchando por todo en cabeza.
Evans (Toyota) dominó el primer bucle tras marcar scratch en la cuarta cronometrada. Tenía a los dos Hyundai de Neuville y Tänak muy cerca, a 2″3 y 8″8, respectivamente. Sin embargo, el galés terminó a 13″7 del líder de la primera jornada, el local Thierry Neuville, por un pinchazo y una penalización a Elfyn de 10 segundos en el último tramo del día.
Thierry Neuville, ganador en casa el pasado año, lidera tras la disputa de las primeras ocho especiales con una ventaja de 2″5 sobre su compañero Ött Tänak, de 13″7 de Evans y 37″3 respecto a Lappi. Habrá que ver cómo gestiona esta situación Hyundai, con sus dos estrellas peleando por el subcampeonato a solo un punto de distancia, pero a su vez, con la necesidad de que ninguno de ellos falle para seguir recortando puntos respecto al líder en constructores, Toyota, que con 339 puntos supera a Hyundai por 88 tantos (251).