Rufete, técnico del Espanyol, ha reconocido el pésimo partido de su equipo ante el Leganés, una derrota que sin ser matemático certifica el descenso del conjunto catalán. Resignado y sin poder disimular su decepción el técnico perico ha pedido perdón a la afición y ha apelado al orgullo de sus hombres para dar la cara en el derbi del miércoles en el Camp Nou.
“Si tengo que hablar de lo sucedido hoy, es un partido jodido. Teníamos esperanzas de poder engancharnos y lo hemos perdido. Cuando un club está en esta situación me puedo imaginar cómo está la gente, tiene que estar muy fastidiada. Posiblemente sienta vergüenza con la situación, más que con el partido de hoy. Esto es fútbol y hay una parte económica y deportiva y otra que es la afición y creo que no solo debemos pedir perdón, también entenderla, escucharla y ponerla en el lugar que se merece. Vamos a seguir luchando hasta el final”, ha dicho el técnico al acabar el partido.
Al hilo ha insistido en dar “un mensaje de pedir perdón a la afición por estar en la situación que estamos. Hay que remar el doble, pues creo que se han hecho cosas bien y otras mal”.
Rufete ha explicado que el vestuario perico “está fastidiado y jodido, pero nadie puede bajar los brazos. Tenemos que terminar luchando, es innegociable”.
Y avisa sobre el derbi del miércoles que “tenemos que ir al Camp Nou a defender nuestro orgullo y el de nuestra gente. Debemos honrar con esfuerzo y trabajo esta camiseta y este club. No hay nada que perder. Hay que focalizar el partido con esas consignas de reivindicarnos. Eso es lo que debemos tener claro. La vida del club debe seguir con más fuerza”.
Preguntado por qué pasó en la expulsión de Calleri, el técnico ha explicado que “son situaciones que se dan. Debemos darnos cuenta de nuestro contexto, pero es cierto que hay que analizar si hubo o no insulto. El árbitro a veces tiene que entender que nos estamos jugando mucho y hay tensión. Cuando salió del campo le pregunté y me dijo que se dirigió a él diciéndole que no entendía la tarjeta”.
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