La etapa de Rufete en el Espanyol llegó a su fin este viernes y a diferencia de Vicente Moreno, que protagonizó una emotiva comparecencia de prensa ante los medios, el hasta ahora director deportivo de la entidad se despidió mediante una carta. “En el mundo profesional uno debe entender los tiempos, cuando acaban las etapas y es el momento de emprender un nuevo camino. En su momento, pese al interés de la propiedad, trasladé al club que no era momento de afrontar mi renovación hasta que no se consiguiera la permanencia. Era lo más honrado y coherente. Una vez lograda, pese a la consecución del objetivo, se separan nuestros caminos“, dijo Rufete en la misma cerrando cuatro años en los despachos pericos. Cabe recordar que su contrato finalizaba el próximo 30 de junio.
“El fútbol me ha enseñado que cuando asumes una responsabilidad y depositan en ti confianza, hay que entregarse por completo, con honestidad y valentía en la toma de decisiones. No vale esconderse ni en el campo ni en los despachos. Y así ha sido en esta etapa. Asumir decisiones, exponerse, es parte de nuestra responsabilidad y nunca he renunciado a ella, sin especulaciones ni estrategias de interés personal, siempre alineado con la institución y nunca buscando ni excusas a errores propios ni lamentando factores externos o financieros, ni atribuyéndome éxitos ajenos. He trabajado a pecho descubierto siempre por el bien del Espanyol. Y no me arrepiento ni un segundo, lo volvería a repetir”, prosiguió el que ha sido el director deportivo del Espanyol los últimos dos años y medio.
Por último, en el capítulo de agradecimientos se acordó de todos los estamentos del club y especialmente de la afición. “La crítica de un aficionado es la más pura, porque todo aficionado quiere un club mejor y esa exigencia nace del sentimiento de mejora y pertenencia”, zanjó Rufete.