Un tribunal de San Petesburgo, Rusia, condenó este jueves a siete años de cárcel a Alexandra Skochilenko, artista de 33 años, tras ser acusada de difundir información falsa del Ejército cuando sustituyó los precios de varios productos de un supermercado por mensajes en contra de la invasión rusa de Ucrania.
Skochilenko también fue castigada durante tres años a no poder realizar actividades relacionadas con las redes sociales, o administrar páginas web.
La detención de la artista se dio en abril de 2022, a solamente dos meses del inicio de la invasión rusa a Ucrania.
La fiscalía pedía ocho años en prisión, según reportes efectuados el pasado 8 de noviembre por fuentes cercanas al caso. Por su parte, la defensa solicitó la absolución, alegando que una estancia en prisión podría poner en riesgo su vida debido a las enfermedades crónicas que padece.
Alexandra Skochilenko | Foto: Reuters
Cuando solo habían transcurrido unas pocas semanas del inicio de la invasión, Skochilenko, en nombre de un colectivo feminista, reemplazó las etiquetas de algunos productos en un supermercado en la isla de Vasilevski. Las nuevas etiquetas mostraban las cifras de muertos a ese momento en Ucrania, además de llamados en favor de la paz.
La joven artista reconoció los cargos, procedentes de una legislación que se ha vuelto cada vez más restrictiva desde que inició la guerra y la cual criminaliza cualquier tipo de activismo en contra de ella.
En algunas etiquetas se leían las frases: “Las fuerzas rusas han destruido el 80% de Mariúpol, ¿para qué?”, “La gente que conozco se esconde de las bombas rusas en el metro. Ninguno de ellos es nazi. Detengan la guerra”, e incluso “Putin nos ha engañado por televisión durante 20 años, ahora se está preparando para justificar una guerra inútil”, según información reportada por la cadena de noticias británica BBC.
En su declaración final, Skochilenko ironizó todo el proceso judicial, que duró más de un año, y se preguntó cuán “poca fe” tiene la Fiscalía en el Estado ruso y su sociedad si cree que la seguridad pública “puede arruinarse con solo cinco pequeños trozos de papel”.
Alexandra Skochilenko | Foto: Reuters
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