George Russell es un pilotazo con un enorme futuro. Eso no es nuevo. Lleva un 30-0 a favor en clasificación desde que subió a la F1 con Williams el año pasado como campeón de la Fórmula 2 de 2018. Al inglés, de la academia de jóvenes pilotos de Mercedes, le tocó ascender con el peor coche de la parrilla en sus manos, mientras veía como hombres a los que había ganado en su batalla directa en la F2, Norris (McLaren) y Albon (primero Alpha Tauri y luego Red Bull), contaban desde el inicio con mejores armas en el ‘Gran Circo’. Ello no le hizo desesperarse, ni mucho menos. Han sido dos años llenos de aprendizaje, y este fin de semana, llegó su momento de dar un golpe sobre la mesa que haga tambalear a Bottas, como empezó a hacer en una FP1 que George lideró de forma magistral ante Verstappen (2º), Albon (3º) y un Bottas muy errático.
George era consciente que bajo el paraguas de la estrella, algún día le llegaría la oportunidad. Solo podía demostrar su valía ganando a sus compañeros de equipo en Williams, y la mejor demostración de su potencial está en las clasificaciones, con un contundente 30-0 a favor ante compañeros como Robert Kubica y, este curso, Nicholas Latifi. Además, este año la comparación está resultado insultante, logrando colarse en múltiples Q2 mientras el canadiense sufre para no acabar último. Manos, contra los millones de Latifi. El resultado no podía ser otro. Estaba brillando en la sombra. Y este fin de semana, por primera vez, puede acaparar todas las miradas, pasando de llevar uno de los peores coches, al mejor de la historia, el Mercedes de Hamilton. Es en esos momentos es en los que una estrella tiene que cumplir, demostrar que está preparado para ganar desde el inicio.
La tarea se antojaba compleja, teniendo que compararse constantemente con un piloto veterano como Bottas 31 años), que cumple su cuarto año peleando ante el mejor Hamilton. Pero George, lejos de ponerse nervioso, sabía que tenía poco que perder. Solo tenía que salir y disfrutar, y eso le llevó a firmar una primera sesión con el Mercedes perfecta, liderando la FP1 del GP de Sakhir de F1.
George no cometió ni un solo error en pista. Fue progresando de forma constante, y ya en su segundo intento de vuelta rápida con juegos nuevos, empezó a hacer tambalear a un Bottas que de perder este fin de semana ante el joven de Williams, agotaría su crédito de cara a los aficionados.
El nórdico sabe que no puede fallar y eso le genera incluso más presión que sus ganas de ganar a Lewis cada fin de semana, puesto que en ese caso, es él el que no tiene ninguna presión para superar al inglés, y es que nadie espera que lo haga.
Esta batalla le añade picante a un Gran Premio especial por las peculiaridades de la nueva configuración de pista que se usa este fin de semana en Sakhir. Si George gana a Bottas, ello también puede ser una arma en favor de Mercedes para negociar con Hamilton y reducir sus pretensiones económicas para su renovación, puesto que dejaría claro que cualquiera piloto con talento puede ganar con un Mercedes, algo de lo que Carlos Sainz no tenía ninguna duda el jueves ante una pregunta de MD.
Sainz, 13º
De momento, las sensaciones que dejó la primera sesión en relación los McLaren de Sainz y Norris no fue del todo buena. En la configuración habitual de Bahrein, su coche era uno de los mejores de la zona media, pero en este trazado tan lleno de rectas y tan corto, el español solo pudo ser 13º en la FP1, con su compañero Lando en la 16ª posición.
Tendrán que cambiar mucho las cosas para que Carlos pueda batallar de tú a tú en la zona media con unos Alpha Tauri que parecieron adaptarse mucho mejor a este trazado, con Kvyat 5º y Gasly 6º, o a unos Renault que se vieron algo sorprendidos por el potencial de Ferrari
Vettel (8º) y Leclerc (10º), debido a que no se esperaba que los de rojo pudieran estar tan arriba de inicio en un trazado de mucha potencia, su principal debilidad este curso.
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