A inicios de septiembre, Carlos Sainz y el resto del equipo de Audi para el Dakar presentaba la segunda generación de su coche para la prueba más dura del mundo, el Audi RS Q e-Tron E2. Carlos había realizado unos importantes test con esta máquina en Zaragoza, pero ponía su foco en dos momentos clave: el amplio programa de test que Audi tenía previsto realizar en Marruecos, y la posterior participación de esta máquina en el Rally de Marruecos, para poner el coche a prueba en ritmo de carrera antes del Dakar 2023. Audi llegó al pasado Dakar sin carreras previas y lo pagó con algunos contratiempos mecánicos, no en su sistema de motorización ni en su software, pero sí, por ejemplo, en las suspensiones. A su vez, el prototipo alemán se mostró muy veloz, ganando etapas con todos sus pilotos, aunque debía reducir los 200 kg extra con los que competía respecto al mínimo reglamentario. Finalmente, tras mucho trabajo, lograron crear un coche con una aerodinámica muy refinada y redujeron el peso en 80 kg. Sin embargo, en aquella presentación, Carlos Sainz y el resto del equipo hablaban del objetivo del triunfo con la boca pequeña.
“Claro que iremos a intentar ganar, pero…”. Había un pero. El peso del coche seguía siendo elevado y sobre todo, la preocupación residía en la limitación de potencia que aplicaría la FIA a los Audi de motorización eléctrica. “Estamos en desventaja”, apuntaban. Sin embargo, después de 9 días de test en Marruecos, con tres días de rodaje para cada piloto y un total de 4.218 kilómetros recorridos en todo tipo de terrenos, y especialmente, después de un gran Rally de Marruecos, la verdadera prueba de fuego previa al Dakar, aquellas preocupaciones que podía tener Carlos Sainz de cara al próximo enero han cambiado.
“¡Buen rally! Ha sido un test importante de cara al Dakar en el que ninguno de los tres coches ha sufrido problemas. Contento con el resultado; ahora a seguir trabajando de cara al Dakar. Gracias, Audisport, por todo el trabajo”, destacaba Carlos Sainz este jueves. De sus palabras se destilaba alegría, orgullo y satisfacción. Audi puede mirar a los ojos a sus rivales y retarlos por la victoria del Dakar 2023 con mucha más convicción en comparación a aquel día de septiembre. La mejor prueba ha sido lo ocurrido en la cita marroquí.
“Ha sido un test importante de cara al Dakar en el que ninguno de los tres coches ha sufrido problemas. Contento con el resultado”
El más rápido del Rally de Marruecos
El Rally de Marruecos ha sido una confirmación para la nueva bestia de Sainz y Lucas Cruz. No ha sufrido problemas, ha podido mantener un ritmo demoledor de forma constante ante el enorme potencial del Toyota Hilux de Al-Attiyah y el BRX de Sébastien Loeb, sus principales oponentes por el triunfo del Dakar 2023. Y es más, el Audi RS Q e-Tron E2 fue el más veloz de todo el rally.
Carlos Sainz, junto a su copiloto Lucas Cruz y sus compañeros de equipo Stéphane Peterhansel y Mattias Ekström, competía fuera de la lista de inscritos FIA y lo hacía sin la presión añadida de batallar por el Mundial de Rally-Raid. Pero eso no debe ocultar el gran resultado de Audi, con Sainz siendo el coche más veloz al final de la cita, con un tiempo final de 14h45’43”, con 1’36” de ventaja sobre el segundo clasificado, Guierlain Chicherit (BRX, ganador de la prueba FIA) y 17 de ventaja respecto a un Al-Attiyah que perdió tiempo el segundo día al sufrir tres pinchazos.
Ganar el Dakar 2023 será difícil. Seguirá siendo un reto para Carlos Sainz, Lucas Cruz y Audi. Pero sin duda, tras el exitoso test, la confianza para ir a por ello es muchísimo mayor. Sainz, al que le encanta enviar mensajes con sus acciones, se encargó de hacerlo de la mejor de las maneras: en la pista.