Carlos Sainz no podía explicar lo ocurrido. No lo entendía. El español, que no suele cometer errores, acumuló el segundo consecutivo en dos carreras. En Australia le costó un abandono. Y esta vez, en la clasificación del GP de Emilia Romagna, supuso su despedida de la lucha de lo que podía haber sido la primera pole de su carrera. El madrileño había exhibido gran velocidad, era segundo en plena Q2 y se disponía a mejorar su crono. No iba al límite y había cumplido su primer objetivo: consciente de que la lluvia estaba por llegar, había podido marcar un buen primer crono para asegurarse su paso a Q3. Pero fue entonces cuando se fue contra el muro cuando menos lo esperaba, al perder el coche en la última curva del Autódromo Enzo e Dino Ferrari.
“Es una pena, la verdad porque iba rápido durante toda la sesión. Incluso en agua me sentía cómodo. Un error un poco raro, sinceramente. No lo acabo de entender, porque tampoco es que fuera al límite del coche ni iba tirando al tope”, apuntó en ‘DAZN F1’, sin poder encontrar una explicación a lo ocurrido y asumiendo toda la responsabilidad.
“Sabía que la lluvia iba a llegar y que había que hacer una vuelta buena antes de que llegara la lluvia, pero también sabía que tenía margen y que no necesitaba las últimas décimas. Así que… una pena”, comentó Sainz en ‘DAZN F1′. “No me queda otra que pedir disculpas, que intentar recuperar y por lo menos todavía queda la sprint ‘qualy’ y la carrera para intentar recuperar”, añadió el dorsal ’55’, quien deberá enmendar su error empezando por este sábado, en la carrera al sprint.
“El objetivo es remontar mañana (sábado) todo lo posible en la sprint qualy y asegurarnos de que tenemos la oportunidad de movernos hacia delante”, finalizó. Carlos tiene 21 giros este sábado para obtener un mejor puesto de salida para la carrera del domingo.