Carlos Sainz no podía esconder su enfado al término de la sesión de clasificación del GP de Mónaco de F1. Era la primera vez que podía pelear para conseguir la pole en su séptima temporada de F1. Por vez primera disponía de un coche para ello. Pero un accidente de su compañero Leclerc justo antes de que Carlos realizara su último intento le dejó con la miel en los labios. No pudo ni siquiera intentarlo, y a veces, esa situación genera aún más rabia, impotencia y frustración que no haberlo conseguido en condiciones normales. Es mejor fallar que quedarte con esa duda de saber qué hubiera pasado de tener la posibilidad de buscarlo.
“No lo ha habido (un segundo intento). Por eso os podéis imaginar la rabia que tengo de que en la primera oportunidad que tengo de hacer la primera pole en mi carrera ni si quiera puedo intentarlo”, comentó el español en declaraciones a ‘DAZN F1’.
Leclerc había logrado el mejor crono en su primer tentativo y fue a rizar el rizo en el definitivo. Consciente de que si fallaba, nadie podría mejorar, el piloto monegasco no tenía nada que perder. Arriesgó demasiado y se fue contra el muro en un momento en el que Verstappen venía haciendo récord en el primer sector y antes de que Carlos buscara la pole. Charles logró la primera plaza con un 1’10”346, un tiempo que Carlos cree que podía haber superado de haber realizado esa vuelta final.
“Tenía ritmo de sobra para hacer un 1’10”1 o 1’10”2, En el primer run de la Q1 había mucho tráfico delante y no he podido calentar bien el neumático y el último sector quizás no había sido el mejor, pero sabía que tenía dos o tres décimas guardadas en el bolsillo para el último intento pero no las he podido sacar”, comentó.
El enfado de Carlos con la situación era tal que ni el hecho de recordarle que este domingo saldrá desde su mejor posición en sus 7 campañas en la F1 en Mónaco, el cuarto lugar, no le importaba. “Sí, pero no importa. Estoy muy cabreado, como os podéis imaginar”, concluyó de forma escueta.
Source link