“¡P1, confirmo! ¡Bien hecho!”, le decía el ingeniero de pista a Carlos Sainz por radio. “P1, ‘baby’. ¿Has disfrutado?”, le repitió. Carlos Sainz respondía entre risas y con alguna palabrota, fruto de la emoción, pero también de lo mucho que sufrió al inicio del curso para que este día al fin llegara. También era fruto de incredulidad. Y es que como reconocía el propio Carlos después, no creía que ese giro le valiera la pole. “¡No me esperaba esta pole! Me he sentido terrible ahí fuera. ¿Cómo he hecho P1?”, preguntó el español, que seguía sin creerlo.
“¡P1! Lo hemos conseguido. Eres un ‘Smooth Operator'”, le contestaban al piloto. “Sí, así es”, añadía Carlos sin poder parar de reír. Lo había logrado. Tras 9 carreras de mucha lucha para adaptarse a su Ferrari y cambiar su estilo de pilotaje para coger la confianza necesaria que le faltaba para batallar por todo, el español logró la primera pole de su vida. Lo había hecho en el día más difícil, en condiciones muy complicadas y cambiantes, pero sobre todo, después de un giro en el que se había quedado sin batería en la recta de atrás.
“¡Buah! Es que ha sido una sesión muy difícil. Estaba la pista súper complicada y siempre te crees que tú eres el que más sufre. Y luego los demás se ve que debían estar sufriendo igual o más que yo con esas ruedas con esa cantidad de agua que había en pista”, apuntaba en ‘DAZN F1’ el piloto español antes de revelar el problema que tuvo a mitad de giro.
“Sinceramente era muy muy complicado incluso tener el coche en pista sin hacer un trompo y sin hacer nada, pero luego la vuelta ha sido limpia, sin muchos errores que aquí siempre se cometen. Pero me ha faltado bastante batería en la recta de atrás. Me he quedado sin batería y he perdido dos o tres décimas en la recta, creo, y creía que no iba a ser suficiente. Pero la vuelta debió ser bastante buena para que valiese”, finalizó Carlos.