Carlos Sainz lleva tiempo avisando. En la actual F1, el podio es algo inalcanzable por la gran diferencia que hay entre los tres grandes equipos y el resto. Su gran objetivo, fin de semana tras fin de semana, ha sido el liderar la apretada zona media, algo que ha cumplido con creces ocupando la séptima posición del Mundial de F1 y siendo así el primero de los ‘mortales’. “Si no logro un podio, no es por mi culpa”, ha repetido en muchas ocasiones el español, asegurando que tan solo una carrera loca, que pudiera cambiar el normal orden de las cosas, le abriría una puerta para pensar en la ansiada tercera plaza. Y eso ocurrió este domingo en un GP de Alemania de F1 espectacular, emocionante y absolutamente loco gracias a la lluvia. El agua permite que las manos, el atrevimiento y el talento se impongan al dominio de las máquinas. Y en ese contexto, el español estuvo muy cerca de lograrlo, finalizando quinto a 1”2 segundos del podio después de que, por instantes, pareciera que lo podía tener al alcance de la mano. Ganó Max Verstappen, uno de los mayores talentos del presente y del futuro del ‘Gran Circo’, que conquistó su segunda victoria del curso tras la cosechada en Austria. Lo hizo por delante de un Vettel que completó una enorme remontada, del último a la segunda plaza, y de Kvyat, que consiguió el primer podio de Toro Rosso este curso.
Kvyat se llevó el premio que tanto ansía Carlos en una cita para el recuerdo. Parecía imposible superar la emoción, tensión e incertidumbre vividas en el GP de Gran Bretaña de F1 de hace dos semanas. Incluso Ferrari, con sus fallos de fiabilidad en clasificación, parecía haber acabado con gran parte del espectáculo previsto para la cita alemana. Pero la lluvia se encargó de removerlo todo y regalar un carrerón épico y absolutamente loco que vio cuatro apariciones del ‘Safety Car’ en pista, dos coches de seguridad virtuales, una salida en mojado espectacular, muchos accidentes e igual dosis de incertidumbre en boxes.
Salida en mojado
Después de varias vueltas de calentamiento tras el ‘Safety Car’, se decidió que el procedimiento de salida fuera el tradicional. Y con el semáforo en verde, empezó la emoción. La visibilidad era casi nula y ahí, el ‘poleman’ se beneficiaba de las condiciones para dirigirse a lo que parecía una fácil victoria, a una mano. Un accidente inicial de Pérez avisaba de lo que podía ser el Gran Premio, pero a partir de ahí, con una pista cada vez más seca, todo parecía dirigirse hacia la calma. Pero de eso nada. Los equipos empezaban entonces a poner el neumático de seco, y mantenerlo fue su principal error.
Accidentes de Leclerc y Hamilton
Con Hamilton líder, en la vuelta 28, Lando Norris se quedó sin potencia y fue necesaria la aparición del ‘Virtual Safety Car’. Ahí, empezó de nuevo a llover en el pit lane después de que Carlos Sainz hiciera un trompo en la última curva cuando luchaba por los puntos, lo que le colocaba en la 14ª plaza. Se salía en una escapatoria de asfalto totalmente encharcada que era muy peligrosa. El que la pisara, no conseguiría para el coche y empezaría a patinar impotente hasta el muro. Y precisamente, esa zona se convertiría en gran protagonista de la carrera.
Primero, pese a que las gotas seguían cayendo, los equipos no entraron en razón y se copiaron los unos a los otros montando de nuevo neumáticos lisos. El que más arriesgaba era Verstappen, colocando el medio, lo que le costó el hacer un trompo poco después. “¿Por qué no me habéis puesto el blando?”, gritaba enfadado Max. Pero el holandés no sabía que poco después le iba a tocar ‘la lotería’.
Primero, uno de sus rivales por el triunfo, Leclerc, se quedaba fuera. El monegasco entró el primero a colocar blandos para aprovechar de nuevo el ‘Safety Car Virtual’, en una muy buena maniobra de Ferrari que le colocaba en segunda posición tras Hamilton después de haber salido décimo. Pero el joven ferrarista, que venía lanzado a por el triunfo, se salía en la misma escapatoria que Carlos y se quedaba encallado en la grava, teniendo que abandonar.
Y una vuelta después, llegó el golpe de teatro más grande de la carrera. Lewis Hamilton también se salía en el mismo punto, y con mucha más suerte que Leclerc, impactaba contra el muro de forma suave y podía salirse de la grava. Lo hacía pero con el alerón delantero y el morro dañado, lo que le obligaba a entrar a boxes sin que su equipo lo tuviera pensado, pasándose un bolardo por el exterior que le costó una sanción de 5 segundos. La parada fue muy lenta, sobre todo porque el equipo no lo esperaba y no tenía preparados los neumáticos, además de que le tuvieron que cambiar todo el morro del coche, lo que le dejaba ya sin opciones a ganar.
Así, Lewis, que tenía la carrera dominada, regresaba a la pista en quinta posición, por delante de un Sainz que, muy listo, puso intermedios poco antes al haber recibido el aviso del agua en forma de trompo.
Así, Verstappen se encontró con la primera posición, puesto que Bottas, que era líder tras el accidente de Hamilton, tuvo que parar a colocar de nuevo intermedios.
Bottas, contra el muro
Pero la emoción no terminaba aquí. Con la entrada del ‘Safety Car’ por el abandono de Leclerc, hubo un enésimo baile a boxes para poner el intermedio, pero con la marcha definitiva de la lluvia y una pista cada vez más seca, la incertidumbre en boxes volvía aumentar. Ahí, el más listo, sin nada que perder, fue Lance Stroll, el primero en montar el blando cuando era último aprovechando el ‘Safety Car’ que salió por un accidente de Nico Hülkenberg.
El sueño de Sainz se desvanece
Así, tras la marcha del tercer y penúltimo ‘Safety’ del día, Carlos era cuarto y apostaba para regresar a boxes y terminar la carrera con el neumático de seco, opción mayoritaria entre todos. Verstappen se dirigía hacia el triunfo en otro carrerón lleno de épica, con Stroll en segunda posición, Bottas en la tercera, Kvyat en la cuarta y Sainz en la quinta, con Vettel que llegaba como un tiro y que se acercaba al español a un ritmo vertiginoso. Pero la carrera fue tan loca que incluso el canadiense llegaría a ocupar la primera posición por unos instantes poco después tras otro de los golpes de teatro del día, el accidente de Valtteri Bottas contra el muro cuando peleaba por la segunda posición.
Los Mercedes, los grandes favoritos, pasaron entonces de estrellas a estrellados, con Hamilton realizando otro espectacular trompo que le obligó a volver a boxes y terminar la carrera en 11ª posición.
Ahí, las opciones de podio de Carlos pasaban por la relanzada. Intentó pasar a Stroll para poder optar por luchar por la tercera posición con Kvyat, pero el canadiense reaccionó bien a la marcha del coche de seguridad y el español empezó a ver como su sueño se desvanecía. Vettel, con un coche mucho más veloz, le pasó sin problemas antes de ir a por Stroll y Kvyat y finalizar en una meritoria segunda posición. Ahí, en seco, las diferencias mecánicas de los coches volvían a notarse y eso fue lo que dejó a Carlos sin opciones, teniéndose que conformar con una gran quinta plaza por detrás de Stroll. Se quedó cerca y obtuvo un gran resultado en una carrera en la que, como siempre, no tiró la toalla ni tras el trompo inicial que le dejaba en la 14ª posición. De nuevo, Carlos estuvo excepcional.
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