La salida del GP de Rusia de F1 es sinónimo de emoción. La distancia que hay entre la parrilla de salida y la primera curva es la más larga de la temporada, algo por lo que el rebufo juega un papel muy importante, así como la velocidad punta. Dicha potencia es la que usó perfectamente Sebastian Vettel, que tras arrancar mejor que Hamilton y pasarle sin dificultades, se hizo con la estela de Leclerc para conseguir la primera posición, adelantando dos plazas en los primeros metros, algo que posteriormente se conoció que estaba pactado para que Vettel pudiera pasar a Lewis. Pero sin duda, junto al alemán, otro de los grandes protagonistas de la emocionante salida del GP de Rusia fue Carlos Sainz.
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El español salía quinto tras Bottas después de realizar una espectacular última vuelta de clasificación, superando los problemas que había tenido su McLaren durante todo el fin de semana. Y en el arranque, uno de sus puntos fuertes, volvió a brillar adelantando con facilidad a un Bottas que se durmió y llegando a colocarse en la tercera posición en paralelo con Lewis Hamilton.
El británico, que estaba por el interior, frenó más fuerte en la primera curva y defendió su tercera plaza ante un Carlos que mantenía la cuarta posición, dividiendo a los Mercedes antes de que un incidente entre Ricciardo y Grosjean originara la entrada del Safety Car. En la vuelta 4, en la resalida, el español debía hacerse fuerte para que Valtteri no le superara aprovechando el rebufo, y así lo hizo, reaccionando a la perfección al tirón de Vettel.
No obstante, con el DRS, en la recta, Bottas, con un coche muy superior, superó a Carlos en la vuelta 7, con un español sin oponer resistencia consciente de que esa no era su batalla.
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