Primera sesión pasada por agua, bastante accidentada en el GP de Italia de Fórmula 1 y en la que nadie pudo sacar conclusiones. Simplemente, sirvió para que Charles Leclerc diera de nuevo otra demostración de ganas y fuerza ante su afición, dándole una alegría al final, ya con neumáticos de seco, al conseguir la primera posición al superar a Carlos Sainz por 3 décimas. Plaza nada significativa, pero que sí sirve para que el monegasco vuelva a demostrar que ha llegado a Monza con ganas de volver a ganar tras lograr su primera victoria la pasada semana en Spa. El ‘Principito’ está en plena forma y sigue apretando, ya liberado tras su triunfo en Bélgica, con ganas de seguir aplastando a su compañero Vettel con su talento y velocidad en casa de Ferrari, territorio en el que los de Maranello son favoritos por su velocidad en recta. Pero para confirmar su hegemonía en su tierra habrá que esperar a que el tiempo mejore y que tanto equipos como pilotos muestren su verdadero potencial. Podría hacerlo en la FP2 o la lluvia podría continuar, pero sea como sea, el monegasco ya ha enviado el primer mensaje del fin de semana a todos, generando el primer rugido de los ‘tifosi’ en las gradas al superar ‘in extremis’ a Carlos.
El español finalizó segundo con más de 2 décimas de ventaja sobre Norris (3º) y con medio segundo de ventaja sobre Hamilton (4º) en una FP1 que poco contará para el resto del fin de semana. Aunque eso sí, a nadie le amarga un dulce y sin duda, fue una buena manera para que el español empezara un Gran Premio que se antoja difícil para McLaren especialmente en clasificación, donde saben que la menor potencia de su motor Renault a una vuelta les complicará las cosas y que, de nuevo, el buen ritmo de su coche de los domingos deberá ser la clave para volver a puntuar en carrera.
El español solo tuvo un susto en una primera sesión complicada por lo mojado que estaba el asfalto al inicio. Sufrió un trompo pero pudo recuperar el coche realizando un 360º con mucha maestría para volver a pista sin problemas y sin haber causado ningún daño a su MCL34.
Peor suerte tuvieron Raikkonen, que se chocó en la parabólica, y Pérez, que terminó contra el muro en el mismo punto en el que Sainz sufrió su susto.
Habrá que esperar para ver si la lluvia sigue condicionando el trabajo de los equipos de cara a la clasificación del sábado, que será en seco, y la carrera, donde es poco probable de que llueva. De momento, los equipos tuvieron que posponer sus trabajos de puesta a punto de sus coches por el agua, teniendo así que reorganizar sus programas previstos para las próximas sesiones.
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