En la Fórmula 1, y más en un equipo que lo controla todo hasta el mínimo detalle como Ferrari, lo más normal es que cuando se anuncia el adiós de un piloto, el equipo en cuestión disponga ya de un sustituto atado desde hace tiempo. No es el caso actual de Ferrari, que en las últimas horas ha tenido que acelerar el curso natural de las cosas, ante la sorprendente decisión de Vettel de dejar la firma transalpina a finales de 2020, para poder hacerse con los servicios de un sustituto de garantías y de mucho presente y futuro como Carlos Sainz
.
El cuadro ‘rosso’ está ultimando los detalles contractuales con el entorno de Carlos para que en los próximos días se confirme lo que ya es un secreto a voces, el fichaje del español por la escudería italiana. Son momentos de máxima tensión tanto en Maranello como en casa de los
Sainz en Madrid, donde el piloto ha pasado su confinamiento
. A Carlos, que en los pasados test aseguraba que tenía que dejarse de comer las uñas por el coronavirus, ya no le debe quedar uña a la que hincar el diente. Y es que en este tipo de operaciones, nada se puede dar por sentado, sobre todo en la F1, un mundo en el que todo puede dar un giro en el momento menos esperado, aunque sí es cierto que todo está muy bien encaminado para que el piloto madrileño, en auténtica pole para vestir de rojo, se convierta en el nuevo compañero de Leclerc.
Ferrari, a toda prisa
Faltan por cerrarse algunos asuntos, tratar algunos temas y ponerle algo de paciencia a toda esta locura de negociaciones en un momento en el que toda Italia y los ‘tifosi’ ferraristas quieren conocer lo antes posible el nombre de su nuevo piloto. Y es que si algo no se puede permitir Ferrari es estar muchos días sin anunciar su nuevo hombre, es algo que no se puede permitir por prestigio. La prensa y toda Italia se le echaría encima alegando falta de planificación y mala gestión. Lo que les faltaba tras no dar la talla con su coche de 2020 en los pasados test de pretemporada y tras su rendimiento de los últimos cursos.
Se dice que la presión que se vive en Ferrari respecto al resto de equipos es mucho mayor, especialmente, debido a que el conjunto de Maranello es visto como el equipo de todo un país, al nivel de una selección nacional de fútbol. Copa portadas en Italia, la prensa asfixia a la escudería día tras día y la responsabilidad de toda una nación está en sus espaldas. Incluso de todo un pueblo como Maranello, en el que más del 70% de su población vive directa o indirectamente de Ferrari. Es por eso que para la ‘Scuderia del Cavallino Rampante’, cada día que pasa sin un anuncio oficial, es un problema que salpica a la perfección que necesitan mostrar al mundo y a sus aficionados.
En este caso, habrá que esperar horas o quizás días para que las chimeneas de la fábrica de Maranello desprendan una fumata blanca con tintes españoles. Se espera que el anuncio sea más pronto que tarde, posiblemente este jueves. Pero debería ser esta semana. Y como mucho, a inicios de la que viene si hubiera alguna complicación por el camino, algún fleco que se resista. Pero de no ser así, en unas horas habrá anuncio tras unas negociaciones a toda prisa impropias de un conjunto de F1, debido al caos que les ha generado una reacción de Vettel que les ha cogido totalmente a contrapié y por sorpresa, según ha podido saber MD. Una decisión de marcharse que no esperaban que Vettel tomara tan rápidamente ni de la forma en la que lo hizo, entregándole la exclusiva primero a sus amigos, la prensa alemana, sin dejar margen de maniobra para que Ferrari trabajara en secreto y con calma en el acuerdo con Carlos.
Vettel, golpe a Ferrari
Ferrari le había presentado dos ofertas de renovación al alemán. La prolongación contractual del tetracampeón del mundo era una prioridad para la firma italiana. Querían que continuara, aunque bajo sus condiciones, con una tremenda rebaja de su salario, de unos 34 millones de euros a unos 12, con un contrato de un año que posteriormente pudieron aumentar hasta como mucho dos y posiblemente firmando por escrito que el brazalete de capitán sería para su compañero Charles Leclerc. Tres condiciones que no gustaron para nada a un Sebastian que a sus 32 años buscaba firmar su último gran contrato en la F1, por tres años, como él mismo había destacado que habían sido sus anteriores firmas de prolongaciones atendiendo a la prensa alemana, y que además, no tenía previsto hincar la rodilla ante el joven monegasco.
Ferrari sabía que tenía la sartén por el mango. El bajón de rendimiento del teutón era claro y además, se había visto superado por Leclerc en el año de debut de rojo del monegasco. Y con el coronavirus, en plena crisis económica y sin que el teutón pudiera defender en pista su caché para mejorar sus condiciones en la negociación, ‘Seb’ estaba totalmente ‘vendido’. Más todavía si Ferrari ya tenía en mente a tres posibles candidatos, Sainz, en pole, Ricciardo y Giovinazzi.
En ese contexto, Ferrari estaba dispuesta a seguir hablando con Vettel, pero las negociaciones se encontraban totalmente estancadas. Y a los directivos italianos se les empezó a acabar la paciencia en cuanto vieron como
Vettel realizaba filtraciones a la prensa que le apoya, la de su país
. Empezó realizando una entrevista hace semanas, con la primera oferta contractual sobre la mesa, dejando claro que siempre había firmado contratos de 3 años y destacando que seguía siendo uno de los pilotos con mayor experiencia de la F1. Enviaba así un claro mensaje de que no tenía intención de verse rebajado a un papel de actor secundario cuando siempre se había considerado protagonista. Todavía quería serlo y no iba a rebajar sus pretensiones. Pedía respeto ante unas ofertas que no consideraba dignas.
Posteriormente, a través de su entorno, definió a la prensa alemana como “una broma”, la primera oferta de Ferrari tras rechazarla. Y la gota que colmó el vaso fue la filtración de que no seguiría vistiendo de rojo en 2021, que llegó por la tarde del lunes, y que cayó como un jarro de agua fría en Maranello. No tanto por la noticia, puesto que en Ferrari ya intuían que el futuro de Sebastian no pasaba por quedarse y que mucho deberían cambiar las negociaciones y la postura del tetracampeón para que continuase. Pero sí les cogió a contrapié porque no tenían previsto tenerlo que comunicar tan pronto, sin darle tiempo a cerrar el fichaje que tenían previsto y analizar mejor todas sus opciones y posibles sustitutos. Y en ese contexto, hay que remarcar la crispación que seguro que sintieron en Maranello, donde no hay nada más doloroso y que ataque a su estima que las filtraciones de un piloto a los medios. Lo quieren controlar absolutamente todo, y Vettel, consciente de ello, les dio un buen golpe por la espalda.
En Ferrari pues, tuvieron que acelerar, y en ese proceso se encuentran. Una vez decidido que Sainz es el piloto que más requisitos cumple para ser el nuevo fichaje de Ferrari, el equipo se encuentra ahora negociando los últimos detalles con Carlos, que jamás olvidará todo lo que ha vivido en esta cuarentena, ya de por sí inolvidable, y que lo será todavía más por la tensión vivida por alcanzar un acuerdo definitivo con el equipo en el que cualquier piloto de F1 desearía estar.
El cambio que alertaba de las intenciones de Carlos Sainz
El entorno del piloto español está ilusionado, pero a la expectativa, sin querer dar nada por sentado, aunque conscientes de que todo va viento en popa. Cruzan los dedos para que por fin todo se materialice como parece ser que va a ocurrir. Todo ello, después de que la operación se acelerara por culpa de la inesperada filtración de un Vettel dolido con Ferrari. Pero si pensamos que las negociaciones entre el español y los italianos empezaron a trompicones y a marchas forzadas con el anunciado adiós de Vettel hace unos días, andamos muy equivocados.
Ya hace un tiempo que Ferrari habría contactado con Carlos. Lo delató el cambio de discurso que tuvo el madrileño hace unas semanas, cuando respondía a Mundo Deportivo respecto a sus posibilidades de fichar por Ferrari y lo que sería capaz de hacer con un bólido rojo. Anteriormente, en los test de pretemporada de Barcelona de febrero y marzo, Carlos se mostraba contundente reiterando que su única meta era seguir en McLaren, que solo pensaba en continuar liderando el proyecto ilusionante de los de Woking, que no pensaba en rumores. Los definía como halagadores, pero nada más. Y posteriormente, en un acto en Madrid de Estrella Galicia 0,0, ‘Carletes’ apuntaba que no se creía las habladurías de la prensa y que por ello no le daba vueltas, repitiendo de nuevo que solo pensaba en McLaren y destacando que ya estaba en medio de charlas con la escudería británica para prolongar su contrato.
Pero generalmente, en la vida y también en la F1, cuando un río suena, agua lleva. Y un rumor, si es persistente, constante y repetido, puede convertirse en realidad en el momento menos pensado, como es el caso del fichaje de Carlos.
Tan solo han pasado poco más de dos meses de aquellas palabras de Sainz, pero su discurso, cambió por completo cuando hace unas semanas, MD le preguntó de nuevo por Ferrari.
“En cuanto a los rumores, creo que ya sabéis que no os voy a comentar nada nuevo porque realmente no hay nada nuevo porque la F1 está totalmente paralizada y no se está moviendo nada, pero lo que sí te digo es que yo confío en mis habilidades como piloto. Creo que el año pasado como ya sabéis dí un paso muy importante adelante, y ya sea en un Ferrari, un Mercedes o en un McLaren creo que soy capaz de hacer cosas muy buenas, de eso no creo que deberíais tener duda, de que confío en mí mismo y que sé que podría hacer cosas buenas”, dijo el madrileño a pregunta de MD. Apuntando además que las conversaciones con McLaren no habían continuado debido a la situación de crisis, que hacía que estuviera todo parado. Cambio de discurso que deja entrever que Ferrari ya le había contactado, que estaba trabajando en él como su ‘plan B’ por si Vettel no continuaba. Y ahora, Sainz ya es su ‘plan A’. Es cuestión de horas que se confirme su llegada a Maranello.
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