Salma Paralluelo atendió a los medios de comunicación a tres días del partido de octavos de final contra Suiza. La selección volvió al trabajo tras una tarde y una mañana libre, y la delantera aragonesa del Barça lo tiene claro, ya piensa en la siguiente fase. “Tenemos tres días para preparar el partido y focalizarnos al máximo porque ese partido nos colocaría en cuartos”, dijo la aragonesa.
La internacional explica que contra las niponas se sintieron “impotentes” al ver que a España le costaba generar. La delantera, que fue una de las mejores del partido ante Japón al intentar penetrar la muralla, insistió en la exigencia de este torneo. “Es fútbol, es un Mundial, cada detalle cuenta, y creo que ya sabemos lo que tenemos que hacer a partir de ahora para intentar que no se vuelva a repetir”, dijo.
Pese a su juventud, la delantera ya había vivido otras citas mundialistas en las categorías inferiores. “Es otra cosa, es una dimensión muchísimo mayor y lo estoy disfrutando muchísimo; es la máxima competición, la máxima presión, la máxima de todo y lo estoy viviendo con muchísima ilusión”, concluyó la jugadora de solo 19 años.
“Ya hemos tenido días para recapacitar”, explicó la jugadora, que desconectó tras el partido “pasando un buen día” al dar un paseo con las compañeras y sin hablar de fútbol, sino “haciendo el tonto y pasando el rato”.
Entre sus mejores amigas de la selección, Tere Abelleira, Cata Coll, Olga Carmona, Ona Batlle, María Pérez, “las jovencitas”, como dijo. Son ellas, junto al resto de la selección, quienes la arropan y la ayudan en el trabajo mental que requiere ser deportista profesional.