Salma, una madurez prematura

Salma, una madurez prematura

Cuando Salma Paralluelo decidió dejar el atletismo para centrarse en el fútbol lo hizo tras varios años muy difíciles, y con una madurez impropia de su edad.

“Al final es el entorno con el que te rodeas, la familia, la gente que tienes cerca son las que más te pueden guiar para cosas importantes y esas personas siempre me han tenido con los pies en el suelo y con esas personas cerca ha sido más fácil”, comentó en su charla con MD la delantera azulgrana.

Después de muchos años con su madre trabajando en Suiza para tirar adelante la familia y su padre cuidando de ella y sus hermanos en casa, la veloz atacante ha conseguido sacar adelante a los suyos gracias a su profesión. “Empiezas en el deporte como un juego y vas viendo que vas creciendo y vas consiguiendo resultados y te vas profesionalizando y no se convierte solo en un juego. Tengo un recuerdo muy bonito con toda mi familia, al principio sorprendida pero luego te da fuerza y empuje y todo este camino de la mano de mi familia es la mayor fortaleza que tengo y de aquí a lo que queda por delante seguirá así”.

Mientras sus amigas y compañeras dedicaban su tiempo de ocio a cosas más habituales en la adolescencia, Salma se centró en su camino hacia la profesionalidad en dos deportes a la vez. “No me arrepiento para nada de la vida a la que he podido renunciar porque es lo que quería hacer, estaba persiguiendo mis sueños y sabía lo que tenía que hacer para conseguir buenos resultados, estaba enamorada en su momento del atletismo y del fútbol y todo lo que fuera entrenar y prepararme para hacer eso era lo que me importaba. El hecho de poder ayudar a mi familia me hace muy feliz”.

Además de una gran futbolista, condición que le ha llevado a fichar por el Barça, es un ejemplo para muchas niñas que ahora ya no sufren lo que le tocó a ella y a muchas compañeras de generación, aquello de ser ‘la única niña del equipo’. “Es algo muy importante, las cosas van cambiando y es la mejor noticia que se puede dar. Ver niñas en colegios o clubs de fútbol de pequeñas que quieren jugar a fútbol es el mayor logro porque se ve que estamos inspirando y que viene un cambio, que todo el mundo puede jugar a todos y que los niños lo que tienen que hacer es disfrutar del deporte sea donde sea”, concluye la aragonesa.




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