Salsa chimichurri argentina


Los alfajores son un icono nacional argentino, pero la realidad es que llegaron desde España, y más concretamente de su herencia árabe, cuyos posos en al-Ándalus dejaron perlas como estos dulcérrimos bocados que ahora no pueden faltar al otro lado del Atlántico. Lo del dulce de leche, en cambio, sí que fue cosa del goloso paladar argentino, que además de darle forma de emparedado –dos capas de masa con dentro el relleno, y fuera en ocasiones la cobertura– le agregó en su interior un relleno de esa azucarada elaboración que tanto les gusta.

Está el alfajor tradicional, el de toda la vida, y a partir de él una amplia selección de variedades que incluyen baños de distintos chocolates o glaseados, rellenos de frutas o mousses. Aunque el fetiche del país sudamericano es el alfajor de dulce de leche, nada de recetas primigenias ni tonterías. Esta versión argentina recuerda poco o nada a los que se hacen hoy en día en España por Navidad –sobre todo en algunas zonas de Murcia y Andalucía–, donde no falta la pasta de almendras combinada con la miel y las nueces.

No os extrañará saber que también se comen en otros países como Uruguay, Perú, México y Venezuela, y que cada uno hace su versión como le apetece. Esto mismo ocurre en las distintas regiones de Argentina, porque la verdad es que el alfajor da para bastante: también los hay sin gluten, con excelente resultado. Por supuesto, el dulce de leche lo podréis hacer casero sin problema alguno; será menos canónico pero mucho más fácil si utilizáis el truco de la abuela de poner a cocer un bote de leche condensada.

Dificultad

 ¿Sabes hacer alfajores? ¿Y dulce de leche? Pues ya está.

Ingredientes

Para un porrón de alfajores

  • 1,5 cucharaditas de levadura en polvo
  • Ralladura de piel de limón
  • 1/2 bote de dulce de leche

Preparación

  1. Precalentar el horno a 180ºC. Batir el azúcar glass con la mantequilla a temperatura ambiente e ir agregando las yemas de huevo una a una.

  2. Añadir a la crema la ralladura de limón e incorporar las harinas y la levadura. Hacer una bola con la masa –si está muy seca se pueden agregar unas gotas de leche, y si está pegajosa un poco más de harina, dependerá de la harina que utilicéis–, filmarla y dejarla reposar en la nevera durante 15 minutos.

  3. Estirar la masa y cortar con un cortapastas piezas del diámetro que se desee, yo hice diferentes tamaños.

  4. Colocar los alfajores sobre un papel de horno en la bandeja del mismo y hornear durante 12 minutos aproximadamente, no tienen que llegar a dorarse.

  5. Dejar enfriar sobre una rejilla. Rellenarlos cuando estén bien fríos con el dulce de leche y coronar por fuera con un poco de coco rallado o incluso de granola mezclada con láminas de almendra: un toque personal.

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