Después de una semana encerrados en el búnquer que se preparó para la selección española en la Qatar University, Luis Enrique regaló un día libre a sus jugadores tras el buen inicio frente a Costa Rica en su estreno mundialista. Los futbolistas pudieron airearse y juntarse, los que los tuvieran, con sus familiares en Doha.
Como el caso de Ansu Fati. El delantero del FC Barcelona pudo estar con los suyos, que le han acompañado en todas las citas importantes de su carrera. Le han seguido siempre, desde el fútbol base, y no quisieron perderse el Mundial. Ansu aprovechó para verse con sus familiares y su buen amigo Marc Lacueva, que le asesora desde el fútbol base y tampoco quiso perderse el debut de Fati en una Copa del Mundo.
El delantero internacional vivió una intensa jornada familiar y se visitió con una chilaba blanca tradicional qatarí, que su padre compró en un mercadillo el día anterior. La misma que se puso su hermano Brahima. Su padre, musulmán practicante, se quedó rezando, mientras los hermanos Fati, Brahima y Djenny, comieron juntos con Lacueva y otro amigo especial: el ex Masia Seung Woo Lee, futbolista coreano que durante el Mundial ejerce de comentarista para la televisión de su país. Comieron en el Nusr-Et Steakhouse, del popular chef Salt Bae.
El mismo restaurente escogieron gran parte de la pantilla. Hasta 18 jugadores de la selección se juntaron para comer y celebrar el cumpleaños de Pedri. Junto al canario, Asensio, Busquets, Dani Olmo, Jordi Alba, Carvajal, Marcos Llorente, Morata, Koke, Robert Sánchez, Eric García,Unai Simón, Laporte, Yeremy Pino, Pau Torres, Balde, Guillamón y el más joven, Gavi. El popular chef especialista en condimentar la carne acoge habitualmente a las grandes estrellas en su restaurante de Dubai. Ahora el que ha abierto en Doha se ha convertido en el epicentro futbolístico.
Ferran Torres, por su parte, aprovechó para pasar la jornada con su pareja, Sira Martínez. Posaron juntos, como desvelaron en Instagram, en la piscina del hotel donde se hospeda la joven. Mientras, Luis Enrique elegía un restaurante japonés, el conocido Nozomi para comer con su mujer, su hijo Pacho y el resto de la familia.
Fue un día de desconexión y para cargar pilas, pero a las 16.30, después de comer, fueron regresando a la residencia de la selección para concentrarse de nuevo. Objetivo, Alemania.