El jugador del Hereda San Pablo, Miquel Salvó, ha insinuado en la rueda de prensa post partido que no ha sido acertada la decisión de jugar el encuentro frente a Urbas Fuenlabrada, en el que los burgaleses solo pudieron contar con seis jugadores con ficha profesional al acumular varias bajas por coronavirus, por lo que acabaron perdiendo por 78-99.
“Quien ha autorizado jugar este partido porque creía que estábamos bien que valore lo ha ocurrido en pista para ver si estábamos preparados o no” ha explicado el ala-pívot.
Salvó ha calificado este encuentro de “difícil” pues el equipo “no venía de una situación favorable”.
“Que cada uno haga una valoración de lo que ha ocurrido” ha comentado Salvó, quién también ha confesado que “el equipo físicamente ha estado mal y el ánimo también es malo porque no gusta perder a nadie”.
El catalán ha añadido que el equipo ha tratado de “dar todo por jugar mejor”, sin embargo “las piernas han pesado en la segunda parte”.
“Quién pensaba que Jasiel y Sahko estaban para jugar tras 10 días en cama no ha acertado”, apuntó.
Por su parte, Oliver Stevic, jugador de Urbas Fuenlabrada y con pasado en el conjunto burgalés, ha apoyado la situación de Burgos.
“Es difícil estar contento por una victoria así, por la situación que vive el club y la ciudad burgalesa” ha confesado el serbio quien ha confesado que “parte de su corazón sigue en Burgos”.
El jugador no ha valorado el encuentro sino que se ha posicionado a favor de los burgaleses a quienes ha deseado “una pronta recuperación”.
“La idea de jugar el partido cambia cuando el otro equipo no tiene una rotación larga y por eso estoy triste de no poder jugar contra toda la plantilla y lleno el Coliseum“.
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