El entrenador del Sevilla, el argentino Jorge Sampaoli, destacó tras la victoria por 2-0 de su equipo ante el Fenerbahçe turco, en la ida de los octavos de final de la Liga Europa, que siguen “vivos e ilusionados”, pero advirtió de que, dado el nivel y el tipo de rival al que se enfrentan, la vuelta en Estambul “será muy difícil”.
“Hay que intentar saber que esto no está cerrado. Ellos son un equipo de jerarquía”, recalcó tras el encuentro Sampaoli, que explicó que hubo “dos partes totalmente diferentes” y que en la primera les “costó mucho, fue un partido muy parecido al de Osasuna”, en el que perdieron por 2-3, ya que no podían “salir” y les “incomodó la presión” del Fenerbahçe.
Añadió, sin embargo, que en la segunda mitad hicieron “algunas correcciones”, con “un cambio estructural” y también de jugadores al reforzar el centro del campo, y al final merecieron este triunfo, lo que les “genera expectativa para la vuelta”.
Sobre la mejoría del juego del Sevilla tras el descanso, el técnico argentino indicó que pensaron que “tener un jugador en la mitad” del campo podía darles “la posibilidad de tener superioridad en diferentes lugares, y así se dio”, y defendió que “el partido pedía una restructuración”.
El preparador de Casilda también se refirió a la titularidad y al gran partido hecho por el portero Marko Dmitrovic, en detrimento del marroquí Yassine Bono, y afirmó que el serbio “atajó muy bien” y “era una oportunidad para él”, además de que contar en la plantilla con “dos arqueros de este nivel permite que otro tenga un respiro”.
Centrado ya en el importante encuentro del domingo en casa contra el Almería, un rival directo por la permanencia, Sampaoli resaltó que con esta victoria en Europa lo afrontan “de una manera distinta”, pero avisó de que “es un partido que hay jugar con inteligencia tras el desgaste de hoy”.