San Antonino Castillo Velasco, el municipio oaxaqueño que “blinda” el agua con reglamento interno

Por Diana Manzo

Como una forma de blindaje ante la amenaza de la industria extractiva-minera y la privatización del agua que tiene signo de pesos como si fuera una mercancía, habitantes zapotecas de San Antonino Castillo Velasco en los valles centrales de Oaxaca, junto con las autoridades -agrarias y municipales-, aprobaron un reglamento interno para el uso responsable de este líquido, que es vital para los seres vivos.

En este municipio pionero de los 570 que conforman Oaxaca y en donde habitan unas 10 mil personas, se logró por primera vez un reglamento interno que además de hacer conciencia del cuidado responsable del agua, también lo blinde de los depredadores industriales y comerciales que día a día la acaparan en el país.

En esta localidad zapoteca de Oaxaca, desde hace 15 años hay una defensa colectiva del agua y a través de su organización se concretó este reglamento, el cual privilegia la vida y la agricultura, como principal actividad económica de los que ahí habitan.

Los habitantes de San Antonino Castillo Velasco vencieron una sequía hace dos décadas, a través de la captación de agua por medio de pozos de absorción y por eso ahora, con este reglamento, desean seguir conservando “agua limpia” para sus cultivos de maíz, frijol y garbanzo y también hortalizas (verduras), así como de rosas, que tradicionalmente son adquiridas a mayoreo.

Los habitantes que deseen excavar un pozo tendrán que solicitar un permiso e informar sobre el uso y la distribución del vital líquido.

Aunque en la comunidad no hay ríos, pero sí arroyos, este reglamento interno prevé la resistencia a la entrada de proyectos extractivistas a la zona, en especial la minería, la cual colinda con la ubicada en San José del Progreso propiedad de la empresa Cuzcatlán y que ha causado un daño irreversible a diversos afluentes naturales de la zona.

Hacer conciencia de que el futuro depende de los que ahí viven, el reglamento sirvió para que se aprobara,  reconociera y se ponga a la práctica, subrayó la regidora de Agricultura y Educación de este municipio, María de los Ángeles Santiago Sánchez.

Explicó que la construcción de este conjunto de reglas y normas fue de forma organizada y con la voz y participación de toda la comunidad y sus autoridades, por eso es que hay acuerdos y responsabilidades.

San Antonino Castillo Velasco forma parte de la microrregión conformada por 16 comunidades de los valles centrales que integran Coordinadora de Pueblos Unidos por la Defensa del Agua (Copuda), quienes desde hace 15 años luchan por el cuidado y defensa del agua.

Esta comunidad interpuso una demanda a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) porque hace años decretó una veda, que impide usar el agua para la agricultura, es decir, que existía un decreto federal que obligaba a pedir permiso para su uso. A raíz de esa demanda se llevó a cabo una consulta que duró varios meses y finalmente, ahora se espera la firma del resolutivo de parte del gobierno y autoridades federales.

Carmen Santiago, defensora comunitaria y líder de la organización Flor y Canto, que participó en la construcción del reglamento, reiteró que afortunadamente las comunidades están adquiriendo capacidad y conciencia en el cuidado del agua.

Estamos preocupados por la terrible contaminación de nuestro río Atoyac, que aunque no colindamos, lo vemos a diario morir, además de la amenaza de la empresa minera en funciones y tenemos sospechas de que vienen por nuestra agua”, indicó.

La activista zapoteca reiteró que desafortunadamente cada vez hay más desabasto de agua y sequías en comunidades, recientemente en Magdalena Ocotlán, San Pedro Apostol y San Matías Chilazoa, reportaron una importante sequía en sus pozos noria, lo cual es una alerta a que se valore este vital líquido.


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