San Mamés se quedó muy grande para la cita Athletic-Chivas correspondiente a la ida del Trofeo Árbol de Gernika que vivirá su segunda parte el 16 de julio del año próximo en el estadio Akron de Guadalajara. El campo rojiblanco registró un tercio de entrada, 17.524 espectadores. El hecho de que el partido fuera en domingo a las siete de la tarde desanimó la asistencia de los más pequeños, que hoy tienen jornada escolar, y tampoco ayudó que los socios tuvieran que pasar por taquilla. El resultado fue que la mayor parte del campo estaba vacía, con mucho cemento en las gradas con la denominación que se utilizaba en otros tiempos.
Los aficionados más ruidosos fueron un grupo de aproximadamente cincuenta hinchas del Chivas que se ubicaron en la parte superior de uno de los fondos bien ataviados por unas cuantas pancartas en apoyo a los suyos.
Antes del encuentro, Jesús Sánchez, como capitán del Chivas, realizó la tradicional ofrenda a Pichichi con motivo del primer partido del equipo mexicano en San Mamés y los jugadores rojiblancos portaron brazalete negro en memoria del exjugador José Antonio Beitia y del excontador José Miguel Eizagirre, fallecidos recientemente.
La parroquia rojiblanca sí pudo disfrutar del gol rojiblanco marcado en el minuto 29. Berenguer culminó de forma magnífica una contra con un disparo cruzado al segundo palo ante el que nada pudo hacer el guardameta Jiménez. El navarro, que se ubicó en la banda izquierda del ataque, su posición preferida, fue el león más activo en la primera mitad. En el segundo tiempo fue sustituido por Guruzeta en la última ventana de cambios utilizada por Valverde. Ander Iru también relevó a Agirrezabala.
Poco después del gol, el meta mexicano tuvo que rechazar un disparo centrado de Asier Villalibre, que tal y como ocurrió en Anduva ante el Valladolid fue el elegido para salir de inicio. Pero la mejor ocasión para ampliar la renta la tuvo Yeray con un remate de cabeza en la misma boca de gol que también rechazó Jiménez justo antes de tomar el camino de los vestuarios. Los hinchas zurigorris celebraban cada ocasión como si fuera un partido de competición. Había ganas de disfrutar después de más de un mes sin ver a su equipo. El último partido en casa fue también contra los pucelanos el 8 de noviembre. En esa ocasión sí hubo fiesta por todo lo alto con el 3-0 gracias al doblete anotado por Guruzeta y al tercer gol de Dani Vivian.
Ya en la segunda parte, también festejaron el gol de calidad de Oihan Sancet después de darse la vuelta al borde del área grande. Fue una noche redonda para disfrutar del resultado.