Sánchez Romero, la cadena de supermercados comprada por El Corte Inglés, la más cara un año más, según la OCU


Elegir dónde llenar la nevera no es una cuestión baladí para las familias españolas. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el ahorro medio derivado de hacer la compra en un supermercado u otro puede alcanzar hasta 1.073 euros al año, un 10,5% por encima de la cifra de 2020, una diferencia que llega a ser muy superior en ciudades como Madrid. La cadena Sánchez Romero, comprada en julio por El Corte Inglés —está a la espera del visto bueno de la CNMC—, se mantiene como la más cara del estudio, mientras Alcampo renueva como la más barata.

“No todas las ciudades tienen la suerte de contar con las cadenas más caras y las más baratas para poder elegir, de ahí la diferencia en la posibilidad de ahorro por municipio”, explicó en la presentación Ileana Izverniceanu, portavoz de OCU. “Los hipermercados es el lugar más barato para hacer la compra, seguidos de los regionales. Aunque los formatos de descuento siguen como la mejor opción en la cesta económica”. El informe que analiza 160.976 precios de productos tras visitar 1.103 establecimientos repartidos por 65 ciudades, además de la venta por internet.

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Entre los más baratos destaca Supermercados Dani, presente en Granada y Jaén; Más Ahorro (Córdoba) y Family Cash (Comunidad Valenciana), según el estudio anual de supermercados de la OCU. A nivel nacional se consolida como el más económico Alcampo, que cuenta además con el hipermercado con un precio más bajo de los visitados por la organización, situado en Murcia. Del análisis se desprende que esta cadena es la más barata en 23 ciudades, Mercadona en 17 y Supeco en 8. Fuentes de Mercadona explican que, a pesar de las diferencias de precios entre sus tiendas según la OCU, el valor de los productos siempre es el mismo. “La variación que recogen se debe producir porque no se ha hecho el análisis en el mismo día en todos los establecimientos”.

En el lado opuesto, el de los más costosos, un año más lidera la clasificación el establecimiento de Sánchez Romero de La Moraleja (Alcobendas, Madrid). En un comunicado, la empresa ha aclarado que está posicionada en el segmento de alta gama, algo que el estudio no tiene en cuenta: “No contempla las características, categoría o marca de cada producto ni de los servicios asociados, sino que equipara artículos incomparables, únicamente por su precio”. A Sánchez Romero le siguen entre las más caras Sorli Discau y Supermercados Plaza. Entre los presentes en todo el territorio, el más gravoso es Suma.

Crisis energética

La OCU también ha detectado un incremento del 0,4% de los precios si se compara con el año anterior, en línea con las subidas del IPC. Una diferencia que se ha podido ver afectada por la fecha en que se ha hecho el estudio, ya que en 2020 fue a final de junio por la pandemia y en esta ocasión se ha hecho un mes antes. El momento en que se ha realizado el trabajo de campo, previo a las alzas de la energía, tampoco permite ver el posible impacto en los precios de los productos. Pese a ello, han realizado el seguimiento de algunos artículos entre junio y septiembre para comprobar si se refleja una subida: “Hemos observado la evolución y ya se notan las alzas en la leche, los huevos o las carnes de pollo y conejo”, ha detallado Miguel Ángel Pascual, director del estudio.

Izverniceanu ha añadido que el golpe se va a dejar sentir con fuerza, dada la duración de los precios altos en la electricidad. “Nos consta que hay cadenas que no están trasladando todo el sobrecoste al consumidor, pero todo tiene un límite y al final lo tendrán que repercutir”, ha argumentado.

El mejor ejemplo de lo que ya sucede, según Pascual, es el pollo: “Es un producto al que no afecta la estacionalidad, ya que tiene una demanda estable y un precio siempre muy marcado. Sin embargo, desde junio se ha encarecido un 5%, algo que ya avisaban los productores ante el incremento de sus costes energéticos. Estas son probablemente solo las primeras consecuencias”.

Por ciudades, Jerez de la Frontera es el municipio donde es más económico hacer la cesta de la compra. Le sigue Almería, Castellón, Puertollano, Zamora y Ciudad Real. En el lado opuesto, como las más costosas, destacan Las Palmas de Gran Canaria, Getxo, Palma de Mallorca, Barcelona y Alcobendas (Madrid). Si el foco se pone en las autonomías, Valencia y Murcia son las más baratas, mientras que Baleares, Canarias, País Vasco y Cataluña son las más caras.

De esta forma, el ahorro por ciudades es muy diferente, y es superior en los lugares donde coincide la oferta más cara y la más barata. Por ejemplo, en los municipios donde está presente la cadena Sánchez Romero esta brecha es superior. Así, en Madrid es posible un ahorro de 3.532 euros y en Alcobendas, de 3.402 euros. La tercera con mayor posibilidad de ahorro es Barcelona, aunque ya muy lejos (2.093 euros). Por otro lado, en los municipios que tienen un menor ahorro posible están Puertollano (325 euros), Ciudad Real (386 euros) y Getxo (478 euros).

Guerra de precios

Comparando los precios de las cadenas con los de 2020 se concluye que varias de las principales han bajado el coste de la cesta de la compra: Supermercados Consum ha rebajado su precio un 5,2%, El Corte Inglés un 4,5% y Mercadona un 3,9%. Al ser cuestionado si se debía a una guerra de precios entre cadenas, el director del estudio descarta esta cuestión, al menos de forma generalizada: “Salvo lo que pueda ocurrir con un pequeño grupo de cadenas de descuentos, el resto parece que no compite en esa guerra de precios”.

La explicación, continúa, se debe a algo puntual del momento de crisis que se atraviesa por la pandemia. “El año pasado, por las restricciones, tuvimos una ventana de tiempo corta para hacer el estudio. Además, coincidió con que entonces se alcanzó un nivel alto de precios por los confinamientos. Ahora la distribución ha normalizado su situación y de ahí que haya precios por debajo”, sostiene Pascual. Pese a ello, apostilla que si el análisis se hubiera hecho tres meses después el panorama sería muy diferente por el impacto de la subida de la luz, el gas y los carburantes. “Ya afecta a los consumidores y acabará repercutiendo incluso más”.


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