El nuevo entrenador del Levante Femenino, José Luis Sánchez Vera, explicó tras su incorporación al club azulgrana que su objetivo es trabajar para que la gente que vea jugar al equipo se divierta y se enganche.
“Siempre me identifico con equipos muy abiertos, agresivos sin balón, que quiere tenerlo constantemente, y el equipo que tiene el 1-0 y piensa en el 2-0. El Levante tiene que volver a ser ese equipo histórico que atraiga todo lo que pueda en un fútbol femenino en crecimiento y vamos a trabajar para que nos divirtamos muchísimo”, explicó en declaraciones al club.
El técnico madrileño, que ha firmado por dos temporadas, expresó que está muy feliz con su llegada porque llevaba tiempo queriendo volver a sentarse en un banquillo. Su último equipo fue el Atlético de Madrid, con el que levantó el trofeo de la Supercopa de en 2021, precisamente tras derrotar en la final al Levante y superar al Barcelona en semifinales.
Además, Sánchez Vera reconoció que, para él, como para todo entrenador nacional, entrenar al Levante es un sueño porque es uno de los equipos históricos del fútbol femenino.
“No creo que nadie que verdaderamente se dedica al fútbol femenino le llame el Levante y no conozca lo que ha sido en la historia de este deporte. Hoy conocemos un fútbol femenino encabezado por transatlánticos, pero las raíces no se pueden olvidar y una de las raíces es el Levante”, afirmó.
Sobre posibles objetivos, el entrenador levantinista no estableció un lugar concreto en la clasificación, sino que dijo que “ojalá seamos capaces de hacerlo bien, de hacer disfrutar a la gente del Levante y en junio veremos dónde somos capaces de estar”.
“Cuando recibimos la llamada del Levante, que ha sido muy rápido, hubo pocas dudas en cuanto al estudio y aceptación de la oferta del club y en pocas horas hemos viajado. Desde el primer día voy a ser sincero con todo, estoy donde más han querido que estuviera, donde de verdad me han hecho sentir que me quieren y me valoran por el aspecto profesional”, contó.
Por último, Sánchez Vera destacó que el Levante fue uno de los pocos clubes que estuvo con él en un momento duro, en el fallecimiento de su padre, y tenía muy claro que el día en el que el Levante le quisiera como entrenador, lo tendría.
“Es un club pequeño y familiar, me identifico mucho con esos valores y estamos convencidos que era la mejor decisión que podíamos tomar”, finalizó.