Con la operación salida en marcha, falta concretar la llegada de ese ansiado delantero que apuntale la plantilla de García Pimienta. Desde el principio del mercado de verano, en la libreta de Luis Helguera sobresalía un nombre: Sandro Ramírez. Un movimiento complicado, por su situación en el Huesca, pero no imposible para la entidad insular.
El periodista Ángel García adelantaba el pasado miércoles que el aterrizaje de Sandro en Gran Canaria estaba muy avanzado. Tal y como ha podido confirmar Mundo Deportivo, una operación que se antojaba de final de mercado ha acelerado hasta tal punto que se espera que en estas dos próximas semanas tenga un final feliz para el canario y, sobre todo, para la Unión Deportiva.
Las claves de su llegada estarán en el tira y afloja entre los dos equipos, que todavía no se han sentado a negociar. El Huesca no va a rescindir a Sandro porque espera recibir una cuantía económica por su salida para así acometer otros movimientos en materia de altas. Sin embargo, aunque desde tierras aragonesas han pedido 1,5 millones, ya sea por el traspaso o por su cesión con opción de compra obligatoria, Las Palmas podría cerrar la operación por debajo del millón de euros siendo la fórmula preferida la cesión.
El deseo expreso del delantero ha hecho que no se posponga todo hasta final del mercado. La situación que está pasando en el Huesca no es nada cómoda ni para el futbolista, ni para la entidad, y desean buscar una solución rápida. Además, el propio Sandro ha rechazado ofertas de España y el extranjero, como por ejemplo el Lecce, porque su único deseo es vestir la camiseta amarilla de Las Palmas.