Un delantero centro vive del gol, y Sandro llevaba una mochila demasiado pesada sobre su espalda. El canario, que no se pudo estrenar como goleador con la camiseta de la Real, puso hoy fin a su larga sequía. El canario hizo el 3-0 del Real Valladolid al Mallorca en el Zorrilla con un auténtico misil cuando ya moría el partido. En el descuento, el ‘20’ encaró el área rival y no dudó en reventar la pelota desde 25 metros para que el balón entrase por la escuadra. Por fin.
La celebración también estuvo a la altura de las circustancias. Algo incrédulo tras ver como el balón besó la red, Sandro señaló a la grada e hizo un gesto con sus manos pintando un corazón. Después, saltó de alegría y cerró fuertemente el puño como hacía antaño, cuando despuntaba como jugador del Barcelona. Pero la ‘performance’ no acabó ahí.
El delantero salió corriendo hacia su banquillo para celebrar con el resto de sus compañeros, además de su entrenador, un gol que necesitaba como agua de mayo. Y es que Sandro no celebraba un tanto desde el 23 de noviembre de 2017, cuando el hizo el 1-2 con el Everton ante el Atalanta en Europa League. Casi dos años después, 710 días para ser exactos, Sandro vuelve a ser feliz deportivamente.
Source link