Luca
Sangalli, uno de los tres donostiarras que tiene la Real en la plantilla junto a Joseba
Zaldua y Ander
Barrenetxea, ha vivido 24 horas de puro frenesí.
El centrocampista no jugó el domingo por la tarde en Sevilla. A pesar de que entró en la convocatoria e Imanol
Alguacil le mandó calentar, el ‘23’ no participó en el encuentro. El resultado, contundente, también dejó tocado al canterano. Pero una vez subido al avión, Sangalli ya comenzó a calentar motores para la fiesta.
La expedición de la Real llegó a Zubieta pasadas las 21.00 horas del domingo, por lo que, los jugadores txuri urdin pudieron disfrutar de la izada en la capital guipuzcoana. Eso sí, la fiesta tendría que posponerse puesto que Alguacil programó el primer entrenamiento de la semana para las 10.30 horas de hoy.
Después de almorzar en Zubieta, Luca cambió el pantalón corto por el traje de cocinero colocándose en su cintura el barril. Sangalli desfiló con orgullo con la Compañía Catadral Centenario por las calles céntricas de Donostia en un ambiente festivo y de puro sentimiento. Piel de gallina para el canterano, que tocó con cariño las piezas de Sarriegi, aunque tuvo tiempo para todo.
Luca disfrutó como un niño con su cuadrilla, con la que posó para inmortalizar el día más grande del año para cualquier donostiarra. Amable como es él, no dudó en fotografiarse y firmar autógrafos con los curiosos que disfrutaban de la tamborrada en el Koldo Mitxelena. La Marcha y el Txuri Urdin redondearon una tarde para el recuerdo.
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