Sanidad descarta priorizar a los enfermos vulnerables para la vacuna de AstraZeneca

Una dosis de la vacuna de AstraZeneca.
Una dosis de la vacuna de AstraZeneca.GENERALIAT / Europa Press

La vacuna de AstraZeneca irá a parar a trabajadores esenciales. Al menos, en una primera etapa. Aunque el medicamento está aprobado en Europa para cualquier persona mayor de 18 años, España está siendo conservadora. Primero quedaron fuera los mayores de 80, luego los de 55 y, en la nueva priorización que ha hecho este martes el Comité de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud, también los menores de esta edad que tengan patologías que los hacen más vulnerables a la covid, tal y como venían reclamando tanto colectivos de enfermos como algunas sociedades médicas.

El comité, integrado por técnicos del Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, se ha decantado por priorizar solo a actividades esenciales, entre los que se incluyen: fuerzas y cuerpos de seguridad (policías nacionales, autonómicas y locales, y Guardia Civil); personal de emergencias (como bomberos o protección civil, además de funcionarios de prisiones); fuerzas armadas; docentes, personal de educación infantil, necesidades educativas especiales, y profesores de primaria y secundaria.

Aunque ni el ministerio ni el comité han dado explicaciones de su deliberación, las razones están en el borrador de la nueva estrategia de vacunación, al que ha tenido acceso EL PAÍS: “Dadas las características actualmente conocidas de la vacuna de AstraZeneca […] se recomienda su utilización en personas entre 18 y 55 años, excepto aquellas con inmunodepresión grave (incluyendo cáncer en tratamiento quimioterápico), enfermedad cardiovascular no controlada y enfermedad hepática, renal, metabólica/endocrina o neurológica graves. Las personas con estas patologías y aquellas mayores de 56 años (nacidas en 1965 o antes) se vacunarán más adelante cuando les corresponda por grupo de edad y/o condición de riesgo con la vacuna más indicada en función de la disponibilidad de vacunas y la nueva evidencia disponible”. El motivo de esto es que en los ensayos clínicos de la vacuna no participaron sujetos con estas patologías.

Sin embargo, expertos como Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública, reclamaba, la priorización en personas diabéticas o hipertensas menores de 55 años, que son también vulnerables a las formas más graves de la covid.

La decisión no es irreversible. En próximas actualizaciones del plan de vacunación se podrá incluir, si los expertos determinan que hay más pruebas, tanto a mayores como a personas vulnerables. La comisión de Salud Pública ya acotó la semana pasada que el fármaco iría destinado a personas de entre 18 y 55 años, pero todavía no se había pronunciado sobre los grupos concretos. Ante esta inconcreción después de 11 días desde que la Comisión Europea diera luz verde a la vacuna, y con las dosis llegando a las comunidades, algunas, como Cataluña, ya habían anunciado que comenzarían a vacunar a estos colectivos. Ante esta obligada improvisación para no perder tiempo sin poner inyecciones mientras el Ministerio de Sanidad decidía, su titular, Carolina Darias, advirtió el martes de que el proceso será igual en toda España y que los grupos los determinaría el comité de Salud Pública. Finalmente, han sido los mismos que anticipó Cataluña y los que venían solicitando ya públicamente otras comunidades, como Murcia, Aragón o Baleares.

El remedio de AstraZeneca también irá destinado a sanitarios que no estén en primera línea, tal y como anunció la semana pasada el ministerio ante la llegada de dosis el fin de semana. Lo que no había hecho era concretar quiénes eran estos profesionales. En la reunión del martes se acotó a, entre otros, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, personal de oficinas de farmacia, medicina legal, servicios de ayuda a domicilio, centros de menores y de centros de día.

Para todos estos grupos irán destinadas las 1,8 millones de dosis de AstraZeneca que España espera recibir en febrero, a falta de confirmar el número de los próximos meses. Este proceso se realizará en paralelo a la fase 1, que va concluyendo entre residencias y sanitarios, y está comenzando ya entre grandes dependientes en algunas comunidades, como Canarias o Navarra. Antes de que estos acaben, también se iniciará la vacunación entre mayores de 80 años. Cada grupo se va solapando con el anterior para que el proceso sea fluido. Cuándo comiencen los ancianos dependerá de cada comunidad autónoma. Galicia, por ejemplo, ya ha anunciado que lo hará desde el 22 de febrero.

El grupo más numeroso de los incluidos es el de los docentes, unos 760.000 entre infantil, primaria y secundaria, según cálculos sindicales. Son más que fuerzas de seguridad (unos 240.000), militares (unos 120.000), funcionarios de prisiones (unos 23.000) y bomberos (unos 20.000) juntos. Aunque se daba por descontado que estos últimos quedarían entre el personal esencial que recibiría la vacuna, no estaba tan claro qué sucedería con los profesores, ya que cuando se congeló la economía en el primer estado de alarma, no fueron una actividad esencial: las clases presenciales estaban canceladas. Mientras, trabajadores esenciales que sí formaban parte de la actividad básica en primavera, como los de la industria de la alimentación, quedan por el momento fuera.

Sin efectos graves

El proceso de vacunación continúa sin sobresaltos. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha publicado este martes la segunda evaluación de efectos adversos en la vacuna de la covid y, hasta el 24 de enero, con 1,1 millones de dosis inyectadas, no se había producido ninguno grave o fuera de lo previsto. La agencia ha recibido 1.555 notificaciones de acontecimientos adversos. Los más frecuentes son trastornos generales (fiebre, dolor en la zona de inyección), del sistema nervioso central (cefalea, mareos) y del aparato digestivo (náuseas, diarrea).

Según el informe del martes de Sanidad ya se han administrado en España 2,1 millones de dosis de las 2,4 que han llegado. Más de 832.000 personas han recibido dos pinchazos: la pauta completa para la inmunización. Todas ellas, de la vacuna de Pfizer, la primera en llegar y a la que pertenecen la gran mayoría de dosis que han aterrizado en España: 2,1 millones, frente a las 87.700 de Moderna y las 196.800 de AstraZeneca.


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