Luz verde del Ministerio de Sanidad y las comunidades al nuevo semáforo covid, el documento con los indicadores de riesgo actualizados para evaluar la evolución de la epidemia. Con cerca del 80% de los españoles vacunados y protegidos contra las formas graves de la enfermedad, la pandemia ya no se mide igual y la Comisión de Salud Pública ha aprobado este martes una actualización de los umbrales de riesgo. Así, se flexibilizan indicadores: el parámetro de peligro bajo de transmisión se eleva de 50 a 100 casos por 100.000 habitantes y se mantienen otros, como el porcentaje de ocupación de camas en planta y UCI. No habrá, por el momento, medidas asociadas a esos niveles de alerta.
A pesar de que los borradores que han circulado en los últimos días planteaban medidas aparejadas a la situación epidémica, como limitaciones horarias en las zonas con un nivel de alerta medio — esto es, territorios con incidencias a 14 días entre 100 y 300 casos, incidencia en mayores de 65 años entre 50 y 150 y ocupación de las UCI entre el 10% y el 15%, por ejemplo—, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha sido tajante este martes: “Se ha aprobado el documento del semáforo, solo los indicadores de riesgo, sin medidas. Están trabajando en ellas, es lo que les puedo decir”.
El semáforo covid se adapta a la nueva realidad de la pandemia en España: la vacunación ha marcado un punto de inflexión y la incidencia ya no es tan determinante como al principio de la crisis sanitaria. De hecho, puede haber muchos positivos que suban la incidencia, pero que el impacto hospitalario sea leve porque pocos llegan al hospital gracias a la protección vacunal.
Es lo que ocurre, por ahora, en España. La incidencia está creciendo y ya se sitúa en 139 casos por 100.000 habitantes —nivel de transmisión medio—, pero el semáforo covid evalúa el nivel de alerta combinando varios indicadores: además de una incidencia alta y una positividad elevada, es preciso que se registre un aumento de la presión asistencial en los hospitales. En este caso, los niveles de ocupación hospitalaria en el grueso de España todavía están contenidos, lo que mantiene al país en una situación de riesgo bajo.
Los expertos consultados, con todo, están divididos sobre la pertinencia de flexibilizar el semáforo covid. Julián Domínguez, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, califica de “positivo” adaptarlo a la realidad del momento y celebra que siga siendo clave “el estudio de la gravedad” a la hora de tomar decisiones. “Si los casos graves no suben, no debemos preocuparnos demasiado. La covid se estaría comportando como otra infección respiratoria aguda”, apunta.
El epidemiólogo recalca, eso sí, que “lo idóneo sería que estas actuaciones coordinadas fuesen de obligado cumplimiento” y no recomendaciones. Sobre todo, para evitar “la indefensión jurídica y dar más apoyo y seriedad a la hora de tomar las decisiones”, sostiene. En el País Vasco, por ejemplo, la justicia ha denegado al Gobierno autonómico el uso del pasaporte covid para entrar a restaurantes y discotecas, mientras que en Galicia, Cataluña o Baleares, por ejemplo, sí se permite su uso para acceder al ocio nocturno.
El ascenso de la curva epidémica en España, sin embargo, vuelve a poner en alerta a algunos expertos, más reticentes a flexibilizar medidas e indicadores. Para Alberto Infante, profesor emérito de Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, la actualización del semáforo es “hacerse trampas al solitario”. “Lo que hay que hacer es tomar medidas ya, como la limitación horaria o de aforo, porque la curva epidémica está subiendo. Si no se hace nada, tendremos muchos ingresos en hospitales y en UCI. No llegaremos a los extremos de otras olas, pero aumentarán”, alerta.
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