Sufrió en verano, disfruta ahora. Asentado en la rotación de los Memphis Grizzlies en su segundo año en la NBA tras renunciar a la selección para prepararse mejor, Santi Aldama (Las Palmas de Gran Canaria, 10-01-2001) sólo hace que ganar fama. Y, como paso a un nivel superior, entre arañazos de Bobby Portis y el ‘trash talk’ de Draymond Green, hasta se ha ganado el respeto de las estrellas el primer jugador español surgido del baloncesto universitario americano, casi 5 años ya en Estados Unidos a sus casi 22.
Eso sí, el dulce acento canario sigue vigente. “¡Eso no se pierde nunca!”, advierte, entre risas, Santi. “Como todas las ‘papas’ arrugadas cuando vuelvo, aquí no saben hacerlas”, añade bromeando el ala-pívot, 9,6 puntos, 5,2 rebotes, 1 asistencia y 1 tapón con un 47,5% en tiros de campo y un 38% en triples esta temporada.
Menudo salto ha dado esta temporada tras un difícil primer año de ‘rookie’. ¿Cómo se siente?
Me siento muy bien, muy cómodo, cada partido que pasa me siento más cómodo con el equipo y con el juego en general, pero también es verdad que nuestro inicio de temporada ha sido bastante bueno como equipo. Al final, la temporada es larga y vamos intentando manejar esos baches y demás.
“Ha sido muy duro ganar peso, es un gran sacrificio, no te puedes descuidar ningún día”
Empezó como titular, pero, aun con la vuelta de Jaren Jackson Jr., se ha adaptado y ha seguido teniendo minutos y aportando desde el banquillo.
Sí, mis roles han ido cambiando. Al inicio estaba más en el quinteto titular y luego volvió Jaren, pero todo es adaptación y con estos jugadores, con este equipo tan unido en el que tenemos bastante química, es fácil adaptarse a los diferentes roles y a las situaciones de partido juegues de una manera u otra dependiendo de cómo juegue el equipo, cómo jueguen los demás… El staff (técnico) también ayuda mucho porque su preparación es muy buena y estamos decidiendo bien cómo trabajar y qué trabajar en cada momento.
¡Vaya duelo mantuvo con Draymond Green el día de Navidad! Empezó metiéndole un tapón y luego se puso a celebrar con gritos y aplausos que a usted le señalaran una falta en ataque en una jugada contra él. Eso es que le ‘picó’ en su orgullo.
(Risas) Es un jugador que habla mucho pero al final ha ganado 4 anillos y ha sido muy importante. Juega con mucha energía y sabía que se entraba e iba a estar con él probablemente tendría algún roce. Empezó a hablar conmigo y nos picamos un poco, pero después del partido me dijo que un respeto, que al final, aunque hubiéramos batallado, esto es un deporte de contacto duro en el que todos quieren ganar pero en el que todos nos llevamos bien.
De alguna manera, me dijo que me había ganado su respeto. Me dijo: “Me alegro, nunca dejes de luchar, sea quien sea”. Eso es experiencia que se va cogiendo, nos gusta jugar contra equipos como los Warriors y el objetivo es mostrar nuestro mejor juego al final de temporada.
Green no es el primero que ‘sufre’ su calidad. El año pasado ya le metió un tapón a James Harden y esta temporada ya le ha hecho alguna también a Kevin Durant y Kyrie Irving. Eso debe gustar.
Claro que gusta, son grandes jugadores con los que he crecido y también veo mucho vídeo y sus movimientos, intento estudiar lo que van a hacer y como equipo también lo estudiamos mucho. Es estar preparado para saber las tendencias de cada jugador.
Este verano renunció a ir con la selección para preparar mejor su segunda temporada en la NBA. ¿Qué es lo que cambió tanto en verano para ofrecer este nivel este año?
Un poco es cambio físico, tener el cuerpo más fuerte, y luego trabajar diferentes aspectos del juego como desplazamientos laterales y el tiro y simplemente ganar confianza. También entender el juego de la NBA, que es más difícil que el juego de antes y prepararme para la temporada.
“Ja Morant va un paso por delante de todos”
Ha ganado mucha masa muscular desde su llegada a la liga siendo un jugador de constitución delgada. ¿Ha sido muy duro ese cambio?
He ganado unos 8 kilos desde que llegué a la NBA, 4 de ellos este último verano, en el que gané mucho peso. Es mucho sacrificio, muchos cambios, en la comida y en los horarios de comer, tienes que estar pendiente todo el rato y no es algo de lo que no te puedes olvidar, tienes que hacerlo cada día. Pero también es un hábito, entonces, al inicio cuesta pero una vez entras en la rutina ya es más fácil.
Ahora que está siendo importante, ¿tiene alguna perspectiva del perfil de jugador que puede llegar a ser en la NBA?
Un poco lo que he sido toda mi vida, un 2 y ‘pico’, poder jugar por fuera o por dentro, penetrar y pasar con mi visión de juego, que creo que puedo seguir desarrollando. Poder tirar y, si me defienden el triple, penetrar y luego tomar las mejores decisiones, si buscar al compañero abierto o terminar yo.
Aldama posa para MD en el vestuario de los Grizzlies antes del partido en Toronto del pasado jueves
Comentaba a Guille Álvarez en una entrevista con nosotros a principio de temporada que el entrenador le pedía, sobre todo, tirar triples, coger rebotes y ser muy físico en defensa. ¿Le ha ido pidiendo más cosas con el transcurso de los partidos?
Sí y no. Todos estamos en la misma línea, simplemente defensa, ser activo, cambiar, tiros, coger tiros, correr y estar preparado para correr en ataque y tomar buenas decisiones.
Es muy joven aún, cumple 22 años este enero. ¿En qué está centrado en mejorar ahora?
Buscar los tiros que voy a conseguir en los partidos con los sistemas, la defensa, tanto el uno contra uno como en el lado de ayuda, intentar conseguir más tapones y demás. Eso es en lo que más estamos centrados ahora mismo en mi desarrollo.
¿El objetivo es superar las semifinales de Conferencia del año pasado? Un ‘punto débil’ que se ha destacado de estos Grizzlies es su falta de experiencia. Quitando a Danny Green, que está lesionado, Steven Adams es el más veterano y todavía tiene 29 años.
Ya el año anterior a mi llegada jugaron play-offs y el año pasado caímos contra los Warriors, que al final fueron los campeones y eso te da mucha experiencia. Somos un equipo joven pero hay jugadores que pese a ser jóvenes llevan mucho tiempo en la NBA, Steven Adams tiene 29 pero lleva 10, Tyus Jones 26 y 7… Es verdad, somos jóvenes e igual no tenemos la experiencia de otros equipos, pero la vamos ganando y nuestro filosofía de ir día a día y competir contra nosotros mismos nos ayuda a crecer más rápido. Llegar más lejos es por lo que luchamos, tenemos que mejorar cada día y eso nos llevará de primera y segunda ronda en adelante.
Aparte de por lo que hacen en la pista, a los Memphis Grizzlies también se les conoce por sus enérgicos bailes antes de los partidos. Pero usted no baila mucho, se le ve tímido.
Bailar no es lo mío, igual a final de temporada saco algún movimiento (risas). Pero de momento, me quedo viéndoles y ya está, y ellos se ‘descojonan’ (risas). Es algo que ha ido creciendo, lo peor es que cada día cuando empezamos añadimos algo nuevo que se queda y, luego, se hace cada vez más largo, más bailes y más canciones (risas). Es la cultura que tenemos aquí.
¿Cómo es jugar al lado de Ja Morant y convivir con él?
Es una súper estrella que algún día será MVP y es un placer jugar con él. El tío tiene una facilidad para anotar brutal, es súper atlético y cuando no define él encuentra compañeros con los que jugar. Con él, es más fácil, sino lo logra él te lo da a ti. Es un líder muy joven pero no parece tan joven jugando, es un tío inteligente, estudia mucho las tendencias de todo el mundo y va un paso por delante de todos.
Si mejorara en los triples (32,7%), ya sería perfecto, todavía más demoledor.
Los sigue mejorando y seguirá, pero está tirando buenos porcentajes y cada vez que los equipos pasan por debajo en el ‘pick and roll’ tira y mete. Otros equipos lo ven pero también a nosotros nos cuesta (defenderle) en los entrenamientos.
Aldama, junto a Ja Morant
Antes hemos mencionado la selección. ¿Se ve yendo este verano o los siguientes?
Ese ha sido siempre mi sueño, así que espero que así sea.
¿Cómo valora el papel del resto de españoles en la NBA esta temporada?
Como siempre, cuando salimos a la pista y nos dan oportunidades no sólo cumplimos sino que también aportamos y eso resume los que es el basket español, somos jugadores que queremos ganar siempre y siempre es un placer jugar contra alguno, me encanta hablar con ellos.
Su tío y su padre, también Santi Aldama, fue también jugador profesional, incluso jugó los Juegos de Barcelona ’92 con la selección. ¿Cómo es su relación con él en cuanto al baloncesto?
Estuvo conmigo a principios de diciembre. Siempre hablamos mucho de basket, disfruta viéndome jugar y ve la mayoría de los partidos si los horarios se lo permiten. Para él es un orgullo y para mí, dedicarme al baloncesto como hizo él, es el sueño de mi vida.