“Los mensajes han sido claros para que el presidente Andrés Manuel López Obrador haga algo con su gabinete de energía, por radical, belicoso y, sobre todo, incapaz”, escribe Raymundo Riva Palacio.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“Si alguien ve a Enrique Peña Nieto, díganle que se preocupe pues Santiago Nieto va tras él. Al menos eso fue lo que les dijo el jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera a un grupo de estudiantes mexicanos con los que se reunió ayer en Londres. El funcionario fue a la tradicional Mexico Week en la London School of Economics para hablar de gobierno abierto, transparencia y combate a la corrupción. Y cuando un alumno le preguntó directamente si van a encarcelar al expresidente, Nieto respondió: “Dame tiempo, en eso ando”. ¡Kabum!”.
“Frentes Políticos”, en Excélsior:
“Era cuestión de tiempo. Integrantes de grupos criminales incendiaron, por lo menos, una docena vehículos en distintos accesos a Celaya, Guanajuato, luego de un operativo implementado por fuerzas estatales y federales. El secretario de Gobierno del estado, Luis Ernesto Ayala, informó de un operativo en el municipio de Juventino Rosas. Trascendió la detención de José Antonio Yépez, El Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima. Ninguna fuente oficial confirmaba la captura, mientras crecía el rumor y el costo social de hacer un operativo riesgoso que terminaría en otro escape del capo. Lo cierto es que el operativo del gobierno de Diego Sinhue Rodríguez arriesgó a civiles para atrapar a delincuentes sin posición en el organigrama criminal o se les escapó o hubo culiacanazo. Sea lo que fuere, la entidad arde y el gobernador no puede sofocarlo”.
“Estrictamente personal”, de Raymundo Riva Palacio, en El Financiero:
“Los mensajes han sido claros para que el presidente Andrés Manuel López Obrador haga algo con su gabinete de energía, por radical, belicoso y, sobre todo, incapaz. Le está provocando un daño a él, a su gobierno y al país, sin que alcance a verlo. Dos han probado desconocer su sector, pero son funcionales ideológicamente, Rocío Nahle y Manuel Bartlett; el tercero, Octavio Romero, ha demostrado no entender absolutamente nada del sector a su cargo, pero es incondicional. La confianza y el respaldo presidencial, que es lo que tienen de sobra, acerca cada vez más al gobierno a un choque de trenes con la realidad”.
“Trascendió”, en Milenio:
“tremendo susto pegó al Senado Alejandro Orozco, esposo de Rosi Orozco, al llegar acompañado de Marcelo Sánchez Sorondo, cura recién llegado de Italia, quien se paseó muy orondo por la Cámara saludando a todo mundo, anduvo por la Junta de Coordinación Política y contó que en su trayecto pasó por Argentina y ahí sí le tomaron la temperatura y le hicieron preguntas sobre el coronavirus. En México, apuntó, nadie le preguntó nada. Tras escuchar el relato, varios corrieron por el gel antibacterial y a bañarse de espray sanitizante”.