Por lo que hicieron un día, un solo y mísero de su vida, algunos están destinados y estarán destinados a ser villanos para siempre. Es lo que le toca en España ser a Dario Saric (Sibenik, Croacia, 08-04-1994), ‘ese croata’ que taponara a Pau Gasol en el debut en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016 para que el combinado balcánico culminara con final feliz (72-70) su remontada contra la selección en una derrota, que, como fatal efecto colateral, impediría una tercera final consecutiva olímpica entre España y Estados Unidos.
El conjunto de Sergio Scariolo acabaría segundo de grupo para ir a parar en el mismo lado del cuadro con el equipo americano y encontrárselo en semifinales para ser eliminado (76-82) y acabar rascando el bronce ante Australia.
Pero Saric, apariencia del buen y paciente chico que es, no quiere hacer sangre de ello pese a recordarlo con alegría. “¿Sois de España? Sí, claro, que recuerdo el tapón a Pau”, admite entre risas el ala-pívot, conocido entre otras anécdotas porque tras un partido con los Sixers T.J. McConnell le echó agua en una entrevista en directo, desencadenando en el croata un sonoro “Fuck you” en croata.
Saric es uno de tantos niños de los 90 influenciados de una manera u otra por la Guerra de los Balcanes aunque creciendo feliz con el baloncesto, el que tan bien encajó con aquel chiquillo hiperactivo para que expresara en el parqué aquellas brutales dosis de energía que hasta agotaban la paciencia de sus padres como cuenta en ‘The Ringer’ el interior, que puede decir que ha taponado a los dos Gasol, pues también lo hizo en Marc en la NBA.
Soportando el peso de las siempre corrosivas comparaciones -con Drazen Petrovic en este caso-, Dario Saric se ha labrado una interesante carrera en la NBA que empezó en 2016 con los Sixers tras ser drafteado el 12 en 2014 para seguir con Minnesota antes de desembarcar en Phoenix.
El ex de Cibona y Efes entre otros equipos europeos ha tenido que lidiar en menos de dos años con las dos personalidades de la NBA más inclementes que no tienen nada en consideración, esas graves lesiones que arrancan la ilusión de un día para otro -rotura del ligamento cruzado anterior en el primer partido de las Finales de 2021 de los Suns contra los Bucks-, esa parte de negocio que maltrata los sentimientos, traspasado en febrero a Oklahoma pese a su importante papel en Phoenix por cuestiones económicas, interesado el conjunto de Arizona en aligerar su masa salarial en el contexto de la llegada de Kevin Durant.
En España se le conoce sobre todo por ser quien le puso ese tapón a Pau Gasol en el debut de los Juegos Olímpicos de Río. ¿Cómo recuerda esa jugada?
(Risas) Recuerdo que estaba haciendo un mal partido, necesitaba hacer algo y vino la oportunidad y la aproveché. Sólo reaccioné y pude poner el tapón. Pudimos ganar a España, lo cual fue increíble. En ese momento sólo reaccionas, no piensas. Afortunadamente, alcancé la bola.
Es cómo al final funciona la NBA, pero en el mercado pasó de estar y aportar en un contendiente al anillo como los Suns con Chris Paul y Devin Booker a un equipo con talento pero todavía en reconstrucción como los Thunder. ¿Cómo se asume?
Es un poco diferente. Es una mentalidad diferente. Pienso que estos chicos están creciendo y va de mejorar cada día. Tienen mucho potencial, el futuro va a ser mejor, pero ahora mismo hay que intentar jugar lo mejor posible y hacer una buena temporada (los Thunder están décimos, en posiciones de ‘play-in’). Ese es su enfoque y también el mío.
“En la NBA siempre tienes otra oportunidad, en Europa no”
Nadie les esperaba en la pelea por los playoffs pero han podido llegar hasta aquí gracias a un gran final de temporada. ¿Qué es lo que más le ha impresionado de este equipo?
Tiene jugadores muy talentosos, saben jugar a baloncesto, tienen una mentalidad fantástica, va a ser un gran equipo en el futuro. Saben cómo jugar para mejorar, comparten el balón, cualquier jugador puede atacar el aro y anotar. El cielo es el límite para Oklahoma.
Shai-Gilgeous Alexander está impresionando esta temporada. ¿Qué nos puede decir de él, usted que le tiene cada día al lado?
Ha hecho All-Star. Es un jugador fantástico en ambos lados de la pista, increíble en transición. Es muy difícil de defender, siempre encuentra la manera de anotar, el agujero en defensa, hará lo que quiera hacer, como el tiro de media distancia o finalizando cerca del aro. Espero que sea All-Star muchos años porque tiene potencial para ello, es uno de los mejores de la liga seguro. Espero que hagamos ‘play-in’ o playoffs por él, para que puede demostrarlo.
En junio acaba contrato. ¿Qué perspectivas de futuro tiene?
Sólo pienso en el presente, en ganar cada partido para ir a playoffs. Me gusta el equipo, los compañeros y la organización. Espero jugar bien e intentar quedarme aquí. No está en mis manos, pero intentaré hacerlo lo mejor que pueda, a ver qué pasa.
En una conversación con ‘The Ringer’ destacaba lo diferente que es la mentalidad en Europa y la NBA.
Sí, es una mentalidad diferente. Normalmente cuando juegas con la selección cada partido es una guerra, si lo pierdes te vas para casa, mientras aquí en la NBA si juegas mal o no compiten bien siempre tienes un partido siguiente. En Europa cada partido es importante, necesitas ganar o vas a ‘morir’, es más presión, es difícil de jugar. España ganó el Eurobasket. ¿Era el mejor equipo? No, sobre el papel, pero lo hizo increíble. A eso me refiero, necesitas algo entre la NBA y el baloncesto europeo.
Eso, el hecho de que en la NBA no haya casi ese tipo de partidos de ‘todo o nada’, ¿es lo que puede explicar que, por ejemplo, no ganara el Eurobasket ninguno de los equipos de las estrellas NBA?
Quizá sí…pero es difícil de decir. Obviamente los jugadores de la NBA pueden competir en Europa. No lo sé, es cómo lo siento, cada partido en Europa es una guerra.
“España no era el mejor equipo sobre el papel en el Eurobasket. Necesitas algo entre la NBA y Europa”
¿La táctica importa quizás más en Europa que en la NBA?
Es difícil preparar un partido cuando juegas dos seguidos, pero en los playoffs puedes ver variaciones de partido a partido, no pienso que sea así. Sólo que en Europa cada partido es una guerra, si pierdes te quedas fuera, mientras que en la NBA tienes una segunda y una tercera oportunidad para remontar. En Europa no gana el mejor equipo, es la oportunidad, aprovechar el momento. Es complicado de analizar.
Podríamos ver no dentro de mucho a los equipos de la Euroliga compitiendo con los de la NBA en un mismo torneo si la NBA implementa el torneo de media temporada. ¿Qué pasaría? ¿Podría ser más igualado de lo esperado?
En la NBA se juega cada dos días, en la Euroliga los presupuestos sin diferentes y el estilo de juego es distinto, es más lento, cada posesión importa… Sería interesante intentarlo, pero es complicado de decir, no lo sé.
Hemos empezado hablando de Croacia y acabamos también con la selección croata. Tienen grandes jugadores pero los resultados de los últimos años no han sido buenos y no van a jugar el Mundial. En ese último Eurobasket tenían varios jugadores NBA como usted, Ivica Zubac, Mario Hezonja (también ha pasado por la liga) y Bojan Bogdanovic pero les eliminó Finlandia en octavos. Precisamente Bogdanovic nos dijo hace algunas semanas que no encontraba la explicación.
Es difícil de decir, tenemos buenos jugadores con tamaño, pequeños, pero no sé cuál es la razón. Quizá algunas veces nos ha faltado algo, en el último Eurobasket Markkanen jugó un partido asombroso, lo anotó todo (43 puntos). Algunas veces echas en falta suerte también. Sinceramente, no sé qué decirte.
Una intensa pelea paternofilial
Cuando Dario Saric era criticado en público por su padre. “Fue muy duro conmigo”
A veces el amor lleva al odio, aunque se haga difícil alcanzar esa clase de estatus en una relación entre padre e hijo por muy tensa que ande la cosa. En este caso, su pasión compartida, es lo que llevó a Dario a no hablarse durante un tiempo con su progenitor, Predrag, un ex jugador con una carrera muy decente, jugando y perdiendo con el Sibenka dos finales de la Copa Korac contra el Limoges.
Predrag sería el primer que le haría un flaco favor a su hijo, poniéndole incluso por encima de Petrovic. “Me atrevo a decir que mi hijo es como Drazen, quizá más talentoso”, dijo en su momento en la mencionada historia de ‘The Ringer’. Por si fuera poco, lo señalaba en público y con agravios comparativos. “La diferencia es que Drazen fue un trabajador como nunca has visto, mientras Dario entrena de tres a cuatro horas al día. Siempre le digo que se levante pronto y entrene pero él no lo ve así. Simplemente, no es un ‘cazador”, soltó el padre de Dario.
“Fue realmente duro conmigo”, recuerda Saric, cuya decisión de firmar con la Cibona en 2012 enfadó todavía más a Predrag, que cuestionó su preparación para la NBA y siguió criticando a su hijo ante la prensa para aumentar el escarnio público. Cuando hablaban discutían y estuvieron meses sin hablar, hasta que la madre, Veselinka, cogió el toro por los cuernos la noche del draft de 2014, seleccionado el actual jugador de los Thunder el 12 por Orlando.
“¿Qué estáis haciendo?”, les preguntó de manera retórica según rememora el propio Dario Saric. Y llegaron las paces. “Los dos somos igual”, recordaba en esa entrevista de 2018 el interior. “Cuando tenemos algo en la cabeza de la que estamos convencidos no cambiará. Somos tozudos. Mi padre es muy old-school”, rememoró el croata, afortunadamente, hoy risas lo que hace años eran broncas.