El Nápoles sigue con su montaña rusa particular de resultados al empatar contra el Sassuolo en un partido que tuvo un final de locos. Se las prometía muy felices el equipo de Genaro Gattuso cuando Lorenzo Insigne marcó el 2-3 con un penalti en el 90’, sin embargo otra pena máxima, esta vez dentro del área ‘azzurra’, permitió a los ‘neroverdi’ empatar la contienda y negar el triunfo al conjunto napolitano.
Gol anulado a Insigne
El Sassuolo saltó al campo decidido a complicar la vida al equipo de Genaro Gattuso. Las combinaciones de los ‘neroverdi’ impidieron al Nápoles encontrarse a gusto y le obligaron a jugar en su propio campo.
De inicio le costó mucho a los ‘azzurri’ poder pasar de la medular, sin embargo pudieron meterse de lleno en el partido tras un chispazo de Insigne. El capitán avisó antes de perforar la portería del Sassuolo con un golazo, aunque el VAR los anuló por estar en fuera de juego por milímetros.
Aunque no subió al marcador, la acción animó al Nápoles, que tomó el control del partido. Los de Gattuso se habían sacudido por completo la presión de su rival, pero en una falta lateral se los ‘neroverdi’ tomaron ventaja.
Maksimovic quiso desviar una falta lateral, con la mala fortuna de despistar a Meret e introducir el balón en su propia meta (34’). Pese al jarro de agua fría, los ‘azzurri’ siguieron a lo suyo y poco después Zielinski logró reestablecer la igualada ajustando un zurdazo desde la frontal (38’).
Era un reinicio optimista para el Nápoles, pero otra jugada desgraciada terminó con un penalti infantil de Hysaj a Caputo. Berardi aprovechó el regalo e hizo el segundo de un Sassuolo certero.
Se esperaba una marcha más del Nápoles en la segunda parte y esta apenas se dejó notar. A los de Gattuso les costó generar peligro ante un Sassuolo férreo y que pudo sentenciar con sendos disparos al palo de Berardi y Caputo.
Pero ya saben el dicho de quien perdona lo acaba pagando y eso precisamente es lo que sucedió. Cuando más bloqueado parecía el Nápoles volvió a aparecer Insigne para desencallar a su equipo con un centro que Di Lorenzo aprovechó para empatar a placer.
Locura final
El reparto de puntos parecía seguro cuando el partido enloqueció en un final surrealista. Haraslin, que llevaba dos minutos sobre el terreno de juego cometió un penalti estúpido al Nápoles.
Insigne no perdonó y marcó el 2-3 en el 90’. Sin embargo el destino guardaba una nueva sorpresa a este partido cuando en el 93’ Manolas redimió a Haraslin con una pena máxima igual de pueril.
A Caputo no le tembló el pulso y certificó un 3-3 que deja con mal sabor de boca al Nápoles.
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