Cuando Satoransky regresó al Barça dijo que tenía ganas de sentir de nuevo la competitividad del basket europeo y esta vez en Belgrado tuvo una alta dosis de ello.
“Es el torneo más competitivo del mundo del basket porque cada partido es una guerra y se ha demostrado”, dijo el base checo tras contribuir al triunfo de su equipo sobre Estrella Roja. “No hay que dar ningún partido por perdido”, agregó en alusión a la remontada.
Satoransky admitió la irregularidad del equipo. Ha sido un partido con muchos altibajos, un partido loco. En este ambiente es duro jugar pero personalmente yo disfruto en estos ambientes”.
El checo destacó, sobre todo, la fe que mostró el equipo. “Perdíamos de 12, luego nos metimos en partido con tiros difíciles y el banquillo hizo cosas buenas: Álex (Abrines), Cory (Higgins)… y Nikola (Mirotic) encontró la forma de forzar la prórroga. Hemos ganado por eso”. Sobre su racha de anotación agregó: “No es habitual en mi caso pero tengo confianza en mi tiro. Me han dejado sólo y cuando me han empezado a entrar he ganado aún más. El próximo paso para mí es ganar más tiros para mí mismo. Hoy me he sentido bien”.
El técnico asistente azulgrana Tomas Masiulis, que sustituyó a Jasikevicius tras su expulsión destacó el mérito del equipo: “En el tiempo extra jugamos bien en defensa, Cory (Higgins) también estuvo muy bien con el balón. Ganar aquí no es fácil”