Sergio Scariolo, seleccionador español de baloncesto, habló acerca del papel que espera de su equipo en el Eurobasket y consideró que el bloque es ‘diferente’ al habitual en la generación anterior.
“Es un equipo completamente diferente, con distintas metas e incluso con distinta presión. Tenemos menos, lo cual es bueno hasta cierto punto. La presión ahora es la que cada uno se ponga a sí mismo. Tenemos que ser nosotros mismos, que nuestra identidad siga ahí, porque hemos trabajado mucho con nuestros jóvenes para ello”, dijo.
“El tamaño, el talento, las habilidades pueden ser diferentes. Eso está fuera de duda, todo el mundo lo sabe. Pero al mismo tiempo nos guiamos por principios y valores no negociables. No hay diferencias en cómo nos preparamos, en nuestra unión, en cómo competimos juntos y en cómo demostramos ser un equipo”, manifestó.
Por todo ello, quiere huir de comparaciones: “En general, comparar es injusto. Es un nuevo equipo con la mayoría de jugadores nuevos y no veo la necesidad de hacer comparaciones. La gente las hace pero ese no es nuestro problema. Lo hecho en el pasado no te hace avanzar”.
“Tenemos que hacer a nuestros jóvenes crecer con los mismos principios baloncestísticos, no solo con los mismos valores. No podremos pasar la bola como Ricky, es un superdotado. Pero la idea de buscar al hombre libre y de jugar como ha hecho a este equipo admirable estará ahí”, añadió.
Así las cosas, el principal objetivo es competir: “En otros campeonatos el foco estaba puesto en estar al cien por cien de la forma más adelante. Ahora no podemos hacer planteamientos demasiado avanzados, tenemos que sudar la clasificación y tenemos una situación general donde sería estúpido centrarse en el resultado y en dónde llegaremos, en la comparación con lo que éramos antes. Sería una lectura muy pobre conociendo la realidad de las cosas”.
“Tenemos que centrarnos en la forma de competir y de prepararnos. Cada partido será un escollo duro y cuando lo superemos pensaremos en el siguiente. Y si no lo superamos intentaremos aprender. Estamos en un proceso de recambio generacional en el que queremos competir por un lado pero estamos mirando bastante más allá para poner otros jugadores. Los hay incluso que no lo demuestran tanto en el presente y nos están dando mensajes para el futuro”, señaló.
En relación a Bulgaria, rival en el debut, explicó: “Tienen jugadores que nunca han disputado una gran competición, eso puede ser una trampa y desconocido. Pero no tenemos miedo de eso. Espero que nuestros jugadores jóvenes tengan hambre, una gran motivación para demostrar en este escenario que pueden competir”.
“El entrenador búlgaro sabe mejor que yo y que nadie, analizando las estadísticas, que hay otros jugadores que pueden ser una parte importante del equipo desde el punto de vista de la química y la competitividad. Desde fuera debemos darnos cuenta de que hay muchos jugadores que pueden sacar ventaja de los espacios. Tenemos que tener cuidado y no darles confianza y libertad, porque nos harán daño”, completó.