El entrenador del Casademont Zaragoza, Martin Schiller, ha señalado que gran parte de la suerte del partido de este domingo contra el Cazoo Baskonia y de las opciones de victoria de su equipo pasarán por “frenar la amenaza exterior” de su rival.
“Buena parte del partido pasa por contestar los tiros del rival, por neutralizar su amenaza exterior. Es un equipo que se encuentra entre los tres mejores tanto en lanzamientos de triples intentados como en porcentajes del mismo. Baskonia está construido desde esa amenaza exterior. Las claves pasan por limitar primeros estos tiros y segundo por contestarlos correctamente”, ha analizado en rueda de prensa.
A este respecto, y sobre la falta de acierto de su equipo en los lanzamientos exteriores y en los libres Schiller ha explicado que cuenta con jugadores que pueden tirar, con amenaza exterior y que lo pueden hacer mucho mejor de lo que lo han hecho hasta ahora, tanto en el tiro de tres como en tiros libres y que por el mero hecho de que lo son es importante recordárselo.
“Hemos mirado números e históricamente los jugadores han demostrado que son capaces de tener un rendimiento mejor que el actual. Podemos estar en un 70 ó 75 % en los tiros libres basado en las estadísticas históricas de los jugadores. Creo que van a empezar a entrar estos tiros y la manera de trabajarlo mentalmente es recordárselo porque pienso que los tiros acabarán entrando”, ha asegurado Schiller.
El técnico austriaco ha manifestado no estar preocupado porque el equipo se le pueda venir abajo por los malos resultados que acumula ya que ha explicado que están en un proceso de “trabajo y de mejora”.
“Es un equipo joven y está trabajando muy duro. Esto es indicativo de que no se va a venir abajo y de que está bien mentalmente”, ha añadido.
Sin embargo, Schiller ha reconocido que la situación no es fácil porque “las derrotas pesan y son derrotas que se tienen que meter en la mochila” pero que el equipo se mantiene en su camino y en sus objetivos de proceso de construcción y que, en ese sentido, no está preocupado.
“Mi trabajo es que las derrotas no influyan en el estado anímico y en el rendimiento de los jugadores en los próximos partidos. Quiero seguir concentrado en la construcción de equipo. Queremos seguir centrados en lo que hacemos bien y mejorar lo que no se hace bien. Esto significa maximizar fortalezas y minimizar debilidades y no creo en otra cosa que no sea analizar y seguir empujando para mejorar día a día y sacar esto adelante”, ha valorado.