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Se acaba el descontrol en los traspasos internacionales de futbolistas

Se acaba el descontrol en los traspasos internacionales de futbolistas

Se acabó el descontrol y la opacidad existente en los traspasos internacionales de futbolistas además de la histórica compensación por los derechos de formación a los clubes. Desde el próximo 22 de noviembre entrará en vigor un nuevo Reglamento de la Cámara de Compensación de la FIFA, con el objetivo de salvaguardar la transparencia y la rendición de cuentas en el sistema global de traspasos. El reglamento es el resultado de la reforma integral del sistema de traspasos por parte de la FIFA, y llega tras un amplio proceso de consultas iniciado en 2017.

El reglamento incluye un conjunto de normas en virtud de las cuales la Cámara de Compensación de la FIFA centralizará, tramitará y automatizará los pagos entre clubes; primeramente en lo relativo a las compensaciones por formación . La llamada también indemnización por formación y contribución de solidaridad, pero también a fomentar la transparencia e integridad económicas dentro del sistema internacional de traspasos. Se calcula que, a través de la Cámara de Compensación de la FIFA, cada año se repartirán cerca de 400 millones de dólares (405 millones de euros) a los clubes formadores. Esto supone quintuplicar la cifra de la situación actual en esta materia y que ahora mismo se sitúa en los 80 millones de euros.

Y luego están los traspasos internacionales de menores de edad, donde el Consejo de la FIFA también ha acordado crear el primer marco regulatorio de la historia para las pruebas a estos jugadores, que incluye normas relativas a la atención médica, la edad mínima y una forma eficaz de buscar protección jurídica; al tiempo que aplica una normativa más estricta en relación a las academias privadas para aumentar la supervisión de los menores. Asimismo, modificó la excepción por razones humanitarias prevista en el Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores para poder actualizarla y aplicarla con más flexibilidad, y reflejar así los casos de la vida real. Es decir, cuando exista una cuestión humanitaria, estará justificado que un menor pueda fichar por un club de otro país pese a no cumplir la edad mínima.




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