El Real Madrid necesitaba una carambola y al final la fortuna (mala) estuvo ajustada a sus méritos. El triunfo del Valencia sobre el Herbalife Gran Canaria (81-97) ha dejado a los blancos fuera de combate incluso antes de jugar su partido de ayer ante el Casademont
Zaragoza. Eso deja a los de Laso fuera de las cuatro primeras posiciones de la Liga Endesa 2019-20 en uno de los mayores ‘bombazos’ del basket español en la era moderna.
La singularidad de esta fase final, creada con gran mérito por la ACB para hacer frente a la complicada situación que generó la pandemia, no puede servir de pretexto para justificar el fracaso de los blancos, uno de los pocos equipos que llegaba a València sin bajas y con el potencial de uno de los equipos más potentes de Euroliga en presupuesto y recursos.
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Las derrotas ante San Pablo y MoraBanc
Andorra en esta fase de grupos son difícilmente justificables y constituyen el principal ‘pecado’ de los blancos que se marchan de vacaciones con el bagaje del título copero logrado el pasado mes de febrero en Málaga y este fiasco final.
Con los resultados de este viernes, pues, se confirmaron unas semifinales con sorpresa, pues, que se disputarán el domingo tras la jornada de descanso de hoy (la primera tras diez días seguidos de acción). A partir de las 17.00 horas el Barça se medirá al San Pablo
Burgos por un lugar en la fnal del martes. La otra plaza saldrá del vencedor del Valencia Basket-Kirolbet Baskonia, que se jugará mañana domingo a las 20.00 horas.
Barça y Valencia, primeros de cada grupo, llegan con idéntico balance de 4-1 y es que desde el jueves no quedaron ya equipos invictos en esta fase final excepcional. Los ‘taronja’ respondieron ayer al desafío de clasificarse con una victoria relativamente holgada ante el Gran Canaria, en un partido que controlaron claramente a partir de la reanudación. El Valencia, curiosamente, perdió sólo ane el Madrid en la tercera jornada (95-90) pero al final mostraron mayor regularidad y constancia en el resto del torneo.
El camino recorrido por el San Pablo Burgos, por su parte, fue el de la constante revelación confirmada. Desde su victoria sobre el Casademont Zaragoza en la jornada 1 hasta la remontada lograda ayer frente el MoraBanc Andorra tras ir perdiendo por 16, todo fueron sorpresas las que dio el equipo de Joan Peñarroya. Sin olvidar, claro está, su espectacular triunfo sobre el Real Madrid (87-83) que ya anticipó que el equipo castellano podría hacer algo grande.
“Hemos jugado muy buen baloncesto en está Fase Final. No soy nada objetivo, pero creo que mis jugadores se merecen jugar estás semifinales”, decía el técnico de Terrassa tras el triunfo sobre los andorranos y antes de que se confirmara la victoria del Valencia Basket que les daba el premio merecido. “Las sensaciones son enormes por haber logrado juntar un grupo donde se llevaban todos bien para acabar jugando como equipo”, sentenciaba Peñarroya.
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