Han pasado ya diez años pero es imposible que ninguno de los viejos aficionados del Barça de basket lo olviden. Aquel 30 de diciembre de 2012 Juan Carlos Navarro saltó al parquet del Palau Blaugrana con más pólvora que nunca para acabar firmando uno de los mejores partidos de su carrera, sino el mejor. El escolta de Sant Feliu lideró el triunfo azulgrana sobre el eterno rival, el Real Madrid (96-89), con una actuación antológica: 33 puntos, 5/5 triples y un estratosférico 44 de valoración.
Sus 44 puntos de valoración eran su mejor marca personal con la camiseta del Barça, superando los 43 que había firmado en la sexta jornada de la temporada 2005-06 frente al Breogán en ACB y los 35 que había conseguido el 9 de noviembre de 2006 en la pista del Zalgiris Kaunas en Euroliga.
“A veces pasa. Algunos tiros pensaba que no entraban. Me he sentido bien físicamente, acabar el año así esta bien. Ganar en Europa y el clásico es más importante. Ahora, a seguir”, señaló Navarro aquel día tras su gesta.
Su técnico, Xavi Pascual, alucinaba con lo que acababa de realizar su jugador. “Ha estado brillante en la primera parte y excelso después, en la segunda, es un encuentro que pasará a su historia por una actuación descomunal”, señaló el entrenador de Gavà antes de añadir que “ha jugado un choque extraordinario en todas las faces del juego, ha liderado en ataque y nos ha ayudado en defensa. No es una sorpresa porque se trata de un jugador único en la historia de nuestro baloncesto”.