El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que se debe revisar con calma la liberación de Pablo Vega Cuevas, alias El Transformer, presuntamente relacionado con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014.
“Todos estos casos por ejemplo hay que revisarlos con calma”, declaró este jueves durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
“Tenemos el compromiso de continuar con la investigación. Estoy pendiente, atendiendo el asunto”, agregó.
De acuerdo con Milenio, a finales del año pasado, y a través de un acuerdo secreto que implicó un pago de 200 mil dólares, el gobierno de Estados Unidos dejó libre bajo fianza a Pablo Vega Cuevas, alias El Transformer, líder del cártel de Guerreros Unidos en la zona de Chicago.
Según el medio, el hombre sería una pieza clave en la desaparición de los jóvenes normalistas.
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Ante esto, López Obrador aseguró que “enredaron de manera deliberada para que no se conociera la verdad” el caso y arremetió contra organizaciones de derechos humanos.
Asimismo, sostuvo nuevamente que presuntos implicados en la desaparición de los normalistas fueron liberados bajo el argumento de tortura.
Además, reiteró que las Fuerzas Armadas entregaron toda la información, a pesar de que los familiares de los estudiantes y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) han denunciado que estas han obstaculizado las indagatorias y no han abierto por completo sus archivos.
“No están los folios que ellos están pidiendo”, aseguró.
AMLO afirmó que ofreció a los familiares ingresar a los archivos militares durante dos meses, pero reiteró que ya no le tiene “confianza” en el GIEI para que acuda a analizar dichos documentos.
“Parece que no quieren que se avance”, dijo.
Padres y las madres de los 43 estudiantes han pedido en reiteradas ocasiones la entrega de, cuando menos, 800 folios militares y otros documentos que podrían servir para el hallazgo de sus hijos.
El Transformer ingresó a prisión estadounidense en diciembre de 2014 por cargos de delincuencia organizada y tráfico de drogas, no relacionados con la desaparición de los 43 de Ayotzinapa. Sin embargo, se le permitió seguir su proceso en arresto domiciliario tras alcanzar un acuerdo con las autoridades.
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